FRENADA
Los gobiernos están cerrando el grifo de los gastos para ajustar el déficit. Lo hacen para contentar a los mercados y a la Merkel. Los mercados ven que el ajuste es demasiado fuerte y piensan que así no se pagarán las deudas. Las bolsa caen y sube el riesgo país. La Merkel se asusta y anuncia el freno. Los mercados se asustan y la bolsa cae subiendo el riesgo país. Círculo vicioso.
¿Qué hacer?. Hay otras dos salidas, cuanto menos, que se podrían adoptar y que calamrían los mercados, donde lo realmente peligroso es que no hay dinero en circulación. Y cuando no hay dinero en circulación, los tipos de interés suben (y la famosa prima de riesgo no es más que eso, un tipo de interés). La primera: monetización de parte de la deuda. El Banco Central Europero compra parte de la deuda soberana con dinero nuevo, emitido ad hoc. El riesgo es que puede generar inflación a medio plazo, cosa que horroriza a Alemania por su historia pasada, pero creo que seremos más receptivos a una inflación de demanda que a la situación actual. Y sobre todo que sabemos como menejarla en el futuro. La segunda, ampliar el periodo de cómputo del déficit a 2 o 3 años más. Perderíamos credibilidad, pero ganaríamos autonomía. Y haríamos que creciera el PIB calmando a los mercados, que lo que están realmente descontando es que volvemos a la situación de finales del 2008 y principios de 2009.
Por lo pronto, hay que ser firmes en las reformas (opino que lo que realmente le han dicho a ZP y a Elena Salgado en Bruselas es que si queremos dinero nuevo de BCE debemos previamente ahorrar parte del mismo y reformar mercados). La reforma laboral que se va a hacer contentará a los mercados y a las empresas, pero no nos servirá. Lo que realmente hay que hacer es aumentar la productividad del trabajo. Y eso se consigue con dos cosas: estabilidad en los empleos y formación de los trabajadores, que además permitirá la flexibilidad interna de las empresas. Porque lo que tenemos que conseguir es que nuestros precios suban menos que los de nuestros socios europeos, y, como ya les comenté a mis alumnos, eso se consigue con políticas restrictivas de demanda o con politicas de oferta. De momento estamos en las de demanda. Y nos tocará sufrir. Pero nadie se plantea las de oferta, que son las verdaderamente importantes.
De momento, y hasta mediados de Junio, todos quietos en casita sin movernos. Cuando se atisbe que los mercados se van a calmar, el que tenga dinero, que lo coloque en aquellas acciones de empresas que han sido muy castigadas por sus elevadas deudas y que espere a finales de Julio. Verá como su capital habrá subido un 30 o un 40% al menos.
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