lunes, 5 de mayo de 2014

NUEVAS PREVISIONES DEL GOBIERNO

El gobierno acaba de modificar sus previsiones para la economía española hasta el año 2017. En ellas se afirma que la economía española va a crecer con cierta fuerza a partir del año 2016 gracias a que los españoles vamos a consumir más, las empresas van a invertir y las exportaciones van a seguir subiendo con fuerza. Es lo bueno de hacer previsiones: no hace falta acertar; es más, es conveniente fallar siempre.
Porque para crecer, la economía española necesita solucionar dos problemas muy graves que tiene: el endeudamiento de las empresas y familias y el alto nivel de desempleo.
Con el nivel de endeudamiento de las familias (ese famoso “haber vivido por encima de nuestras posibilidades” que dijo nuestro presidente) es complicado que se incremente el consumo. 771.654 millones de euros (un 75% del PIB)  tenemos que pagar los ciudadanos (a lo que habría que sumar el otro billón que debe el estado).  Eso significa que cada español, en un cálculo rápido, debe 16.775 euros. No es mucho, pero si le sumamos los 20.000 euros que debemos por parte del estado llegaremos a  los 36.000 euros que debemos cada español. Algo así como el doble del salario medio de los españoles. A esto hay que añadirle que las empresas deben la cantidad de 630.620 millones de euros. En global, la deuda de empresas y ciudadanos supera el 137% del PIB de la economía española.
Y ambas magnitudes se están reduciendo. La deuda de los ciudadanos ha caído en un año un 4,3% la hipotecaria y un 1,5% la dedicada al consumo. No está mal. Pero esas reducciones se han conseguido en un contexto de bajada de los salarios y alto nivel de desempleo. Obviamente solo puede ocurrir que descienda también el ahorro. Otra tragedia más de las que estamos viviendo en nuestra economía.
La de las empresas bajó un 9,5% con respecto al año 2013. Un esfuerzo considerable en un contexto de ventas congeladas y un PIB en retroceso.
Con estos datos la pregunta es evidente: ¿cómo vamos a incrementar el consumo? Es materialmente imposible que aquellos que aún conservan el empleo puedan incrementar el consumo puesto que los salarios a la baja o congelados y las deudas que nos acechan, amen del incremento impositivo que nos ha sometido el gobierno junto con la troika, hacen imposible plantearse algo más que la subsistencia. Sumemos los incrementos desmesurados de los precios de los servicios regulados y tendremos el cocktail perfecto: el consumo no puede subir.
El gobierno afirma que también va a subir la inversión. ¿Cómo van a invertir las empresas si no tienen financiación? ¿Van a comprar la maquinaria necesaria sin el apoyo de las entidades financieras? No parece posible. Cuando intenten acceder a créditos para financiar las inversiones lo normal es que les digan que tienen que bajar primero su endeudamiento y que se produzcan las refinanciaciones. Pero crecer la inversión, difícil.
En consecuencia, la parte de la demanda interna que afirma el ministro de Guindos que va a subir parece complicado que se produzca. Porque tenemos el segundo gran problema de la economía española: el desempleo. No es posible crecer de forma significativa (más allá del mero estancamiento en niveles muy bajos) si no reducimos de forma dramática el desempleo. Un 26% de desempleo es suficiente causa para que el PIB de la economía española esté en el suelo durante un periodo largo de tiempo sin poder reaccionar. Y eso lo sabe seguro el ministro de Guindos.
Además, la economía española está ajustando su población de una forma que, desde mi punto de vista, es dramática. La EPA dada a conocer el otro día era especialmente mala con la bajada de la población activa que se está poniendo de manifiesto en la sociedad española. Porque no hay sólo inmigrantes que regresen a su país después de haber estado en España trabajando y encontrarse ahora en el desempleo y con escasas esperanzas de salir de él;  es que los jóvenes españoles están emigrando a otros países de la Europa central aportando sus conocimientos. Conocimientos en los que hemos invertido toda la sociedad con la esperanza de recuperarlos en el futuro cuando los aportaran para mejorar el nivel de vida de los españoles. Y ese incremento de la renta no se va a obtener, por lo que habremos invertido dinero en nada. Una desgracia. Y emigran los mejor preparados, aquellos en los que hemos invertido más cantidad de dinero.
Y todo esto es posible por la nefasta política económica puesta en marcha desde el año 2010 en la economía española por obra y gracia de Merkel y sus secuaces. Es impensable que alguien con un mínimo conocimiento de economía pueda pensar que las medidas puestas en marcha por los gobiernos desde el año 2010 vaya a terminar dando sus frutos. Con una política de ajuste fiscal tan brutal, la devaluación de los salarios bestial que nos han impuesto y la inacción efectiva del BCE, la economía no puede expandirse. Es materialmente imposible. Y lo malo es que los responsables lo saben.
En definitiva, con el nivel de endeudamiento de las empresas y familias y el nivel de desempleo de la economía española, parece muy difícil que se cumpla el cuadro macro presentado por el gobierno el miércoles pasado. A no ser que, eso sí, responda a una necesidad coyuntural de los próximos 18 meses. En ese caso es hasta moderado. Estoy pensando en montar un partido político y presentarme a las elecciones, de forma que el movimiento perplejo se vea reflejado en el parlamento. Es una opción.



@juanignaciodeju