martes, 27 de diciembre de 2016

¿HABÉIS CERRADO EL GAS? PUES AHÍ TE QUEDAS 2016!!!

Termina el año 2016 donde algunos opinarán que, a pesar de no tener un gobierno con plenas funciones, la economía española siguió creciendo y generando un montón de, mal llamados, puestos de trabajo. La conclusión, obviamente, es que entonces ¿para qué queremos gobierno?
Y lo terminamos poniendo de manifiesto la diferencia entre las teorías económicas que cualquiera puede leer  y la aplicación a la realidad de los procesos. Resulta que un firme defensor de las teorías de Laffer, el ministro Montoro, cuando se enfrenta con la realidad no las aplica. Lógico. Por eso en tres años se han incrementado las figuras impositivas de 68 a 97. Eso de fiar la recaudación al cumplimiento de las teorías de Laffer como que no está en los genes de los ministros de hacienda, que prefieren ser más realistas y fiarse de otras cosas.
Y dejamos atrás un año, el 2016, que deberíamos escribir al revés: 6102. Porque nos salió todo al revés de como lo habíamos planeado: 
En primer lugar, venció el Brexit, con lo que tenemos un problema importante sobre nuestro futuro. Y aunque la gente diga que el parece bien, que los votos son los que son y con lo que estoy plenamente de acuerdo, resulta que los euroescépticos ingleses forzaron un voto contrario a su país. Y ahora que se están dando cuenta, quieren ver cómo lo arreglan para evitar una catástrofe europea. Y aquí soy partidario de cumplir con el mandato popular: si han pedido irse, que se vayan ordenadamente, rápido para evitar que se escape el gato y dejando en casa lo que no les corresponde. Y si quieren volver, que se lo están planteando, que pidan entrar y que los demás nos pronunciemos. Como siempre ha sido. 
En segundo lugar, ganó Trump. Y eso es también un riesgo importante para nuestro modo de vida. Que un millonario sin escrúpulos, que procura no pagar impuestos, misógino, racista, maleducado, chulo, etc tenga el poder de mandar sobre el mundo por el hecho de haberse enfrentado a una mujer gris y poco atractiva en unas elecciones hace que mi optimismo en la raza humana se encuentre en mínimos. Contra eso sólo cabe que los funcionarios sean lo suficientemente listos para evitar una catástrofe. Aunque pienso "si sobrevivimos a Bush hijo, podremos con Trump". Pero no tengo tan clara la primera parte de la afirmación. Ahí está el ISIS, Al quaeda, y tantos otros.
En tercer lugar, por todo el mundo se despliega el populismo como forma de análisis político lo que implica que a partir de ahora todos los problemas tienen una solución dual: es decir, una cosa o la contraria. Así es muy fácil hacer política y nos ahorraremos una pasta en asesores. Aunque el mundo será un lugar peor, de eso no tengo ninguna duda. Los problemas seguirán siendo complejos, y las soluciones múltiples. ¿O alguien piensa que tirando una bomba atómica en el centro de Alepo acabamos con el problema del ISIS? Porque es rotundamente falso. Igual que con ETA no se acabó sólo con la vía policial. 
Pero lo nuestro en este espacio es la economía y no la política. Aunque una cosa lleva aparejada la otra y ambas se necesitan y retroalimentan para subsistir. Voy a terminar con otra reflexión sobre las teorías económicas en manos de los economistas opinadores y con una recomendación.
La reflexión tiene que ver con la Ley de Okun. Para el que no lo sepa, aquella que usamos para decir que "la economía necesita crecer un 2,5% para crear empleo" y que ahora decimos que la reforma laboral ha hecho milagros y ha rebajado. Si, tienen razón. La reforma laboral ha hecho que ahora en España con poco crecimiento económica se genera empleo. Tienen razón, pero es que ese 2,5% reflejaba dos cosas: el crecimiento de la población activa y el crecimiento de la productividad. Pues claro, tanto la una como la otra con la reforma laboral han caído. Lo cual es muy triste y peligroso de cara al futuro.
Y por último la recomendación. Ayer estuve viendo la película "La Gran Apuesta". Explica muy bien el desarrollo de la crisis financiera internacional y la explosión del sistema, aunque requiere unos cuantos conocimientos de economía y de financiarización de la misma. Y, obviamente, no explica la génesis de la crisis y los excesos de liquidez del sistema. Lo único malo es el final: muestra a financieros con conciencia. Eso no es creíble. Pero es una buena película para iniciados.
Pues nada más. Por este año no espero dar más la lata. He vuelto a comprobar que el nombre me sigue yendo bien y no salgo de mi estado de perplejidad. Así que, sigo ahí. Y el viernes 20 de enero salgo de viaje a Marte. Que Trump asume el mando del maletín nuclear y nunca se sabe.



@juaniganciodeju