martes, 3 de abril de 2018

PRESUPUESTOS BAJO EL SÍNDROME DEL POPULISMO

Hoy se presentan los presupuestos, definidos por su elaborador máximo como los de los pensionistas, las clases medias tirando hacia abajo y los funcionarios. Es decir, que benefician a una cantidad ingente de posibles votantes. Incluso van más allá de lo planteado por sus socios, sobre todo en lo de revalorizar algunas pensiones.
Bien. Todo muy social, como dirán desde luego sus autores. Y presionarán a los del PSOE para que los apoyen, "no nos dejéis en manos de los separatistas del PNV que condicionan su apoyo a que haya gobierno en Catalunya", andan ya diciendo. Incluso proponen fórmulas imaginativas: haz un sorteo entre tus parlamentarios y me cedes a cinco. Vamos, todo muy democrático.
Vayamos por partes. Antes de analizar siquiera los presupuestos, los ciudadanos deberíamos preguntarnos si merece la pena seguir por el camino marcado por el gobierno del estado. Para mi, la respuesta es muy clara: NO
NO porque de los anteriores presupuesto, de los cuales han tenido tiempo más que de sobra para ejecutar sin más problemas, resulta que han dejado de gastar 2 de cada 3 euros presupuestados para I+D+i, es decir, que lo de modernizar la economía y pensar en la situación en las próximas décadas no está en el ADN del gobierno, del 'extraordinario' ministro que está de jubilación dorada en el BCE. Parece poco recomendable mantener esa línea de actuación un sólo ejercicio más.
NO porque mientras condena a la miseria a los pensionistas más desfavorecidos y que requieren de la solidaridad de los demás, riega con dinero público negocios privados. Y no me refiero a que suban las pensiones con el IPC, sobre lo que ya me he manifestado, sino a la obligación legal que tenía el gobierno en incrementar la base reguladora de la pensión de viudedad hasta el 60% y que ha omitido por pura conveniencia política. Ahora propone subirla hasta el 55%, pero quedan aun 5 puntos que no sube.
NO porque mantienen una situación de riesgo para nuestro sistema de pensiones futuras, no las presentes que nadie podrá quitar, al no modificar la reforma laboral que introdujo con la bajada de salarios tan brutal que ha producido. Y alguien me dirá que no es cierto, pero hay una evidencia que es el peso de las rentas del trabajo sobre el PIB: en diez años hemos pasado del 49% al 47%. Y ese porcentaje lo han ganado las rentas empresariales. Con salarios cada vez más bajos y sin capacidad de negociación por la reforma laboral, parece claro que el sistema de pensiones colapsará.
NO porque perpetúan la situación de precariedad de las familias, que tienen que deshacerse de sus ahorros para poder mantener el nivel de vida. La tasa de ahorro de la economía española continúa cayendo sin que nadie ponga remedio al tema, con un mísero 5,7% de la renta bruta. Un nivel excesivamente bajo para las necesidades de la economía española. Cuando volvamos a tener un problema de inversión extranjera excesiva nos preguntaremos qué hemos hecho mal.
En definitiva lo que necesita este país es un gobierno que haga leyes que cambien la realidad económica y mejoren la situación de los ciudadanos, no que mantenga la situación mejorando la situación de Ciudadanos. En fin, me temo que nadie me hará caso y, como siempre, seré un  cero a la izquierda. Por lo menos me puedo desahogar por aquí. Que algo es algo.



@juanignaciodeju