miércoles, 9 de diciembre de 2015

¿Y AHORA QUÉ HACEMOS CON LAS PENSIONES?

Si fuésemos muy peliculeros podríamos poner aquí la famosa frase que dijo el comandante del Apolo a Houston: 'Tenemos un problema' Porque se empieza a vislumbrar una difícil situación para nuestro sistema de pensiones que no podemos solventar poniendo parches.
Sencillamente, tenemos un problema de muy baja natalidad que hace que la evolución demográfica lleve inexorablemente a un colapso en el sistema  de pensiones de aquí a medio plazo. O no tan medio. Y hay que empezar a tomar medidas y ser conscientes del problema, única manera de solucionarlo, o, por lo menos, de intentarlo. Porque lo evidente es que, en las circunstancias actuales y sin cambios en las variables del sistema, los que ya tenemos unos añitos, pero nos consideramos jóvenes, no vamos a cobrar una pensión que nos permita vivir. 
Porque ni siquiera los 20 millones de cotizantes en el corto plazo evitarían esa quiebra. Bien es que los alcancemos, nos proporcionarán un alivio, pero no solucionarán el problema. La tendencia es a que la esperanza de vida se incremente, y que se iguale progresivamente la de hombres y mujeres. Y como la mujer tardó en incorporarse al mercado de trabajo, pero lo hizo con plenas garantías, conforme pasen los años se incrementará el número de las que acceden a pensiones y cada vez más altas. Y como tenderemos a vivir más, en media, pues el gasto será cada vez mayor.
Porque los recambios generacionales están incorporándose al mercado de trabajo con cada vez menores salarios, lo que provoca que donde antes un sólo trabajador cotizaba por 100 ahora existan dos que cotizan cada uno por 30, lo que implica que nos faltan 40 en el sistema. Y eso suponiendo que existan esos dos y que encima coticen. Lo cual es mucho suponer.
Porque en la actualidad no se tiene hijos y, lógicamente, necesitamos que haya un relevo generacional que mejore las perspectivas de la población. Pero también es cierto que el mantenimiento de un hijo se hace imposible con salarios normales, lo que significa que es materialmente una quimera con los salarios que se cobran en la actualidad, a no ser que pretendamos convertir a las familias en indigentes funcionales de por vida.
En consecuencia, con natalidad en retroceso y salarios menguantes, cuando a los talluditos nos toque acceder a la jubilación (a los 65, los 67 o los 70) nos va a resultar imposible cobrar una pensión digna. Y estamos mal posicionados para incrementarla con un plan de pensiones privado, dado que estamos dedicando nuestros ahorros a otros menesteres (hipotecas, deuda pública, estructura del estado, sanidad, educación, etc) 
Personalmente estoy orgulloso de proporcionar sanidad a nuestros padres y educación a nuestros hijos. Creo que es el camino. Pero la precariedad actual y los salarios que se están cobrando hacen cada vez más inverosímil que se pueda mantener el sistema. 
Por lo tanto, necesitamos un cambio en el sistema de pensiones que pase por tres parámetros fundamentales:
1.- Incremento de la natalidad. Tenemos que mantener un ratio mínimo de cotizantes / pensionistas.
2.- Incremento de los salarios. Es imprescindible que los salarios crezcan para que los que mantienen el sistema proporcionen ingresos  suficientes para el gasto.
3.- Generar nuevos ingresos en el sistema que permitan mantenerlo. 
Con respecto al primer punto, personalmente vincularía la cuantía de la pensión con el número de hijos, de forma que se cobrase, por ejemplo, un 100% con dos, pero un 110% con tres hijos, un 125% con cuatro, etc. No se penalizaría la no paternidad, se premiaría la contribución al sistema. No pretendo un nuevo baby boom, pero si que seamos conscientes que el sistema de protección social se basa en la suficiencia y que si no existe, desaparece el sistema. Además esa medida debería estar acompañada con un mejor trato a entorno familiar, independientemente de la forma jurídica que tenga.
Es imprescindible un incremento de los salarios. Las miserias que se están pagando están influyendo negativamente en todo el sistema económico, con emancipaciones tardías, maternidades tardías, falta de ingresos fiscales, falta de cotizaciones a la Seguridad Social, etc. Todo ello ahonda el problema de las pensiones y del Estado de Bienestar.Y para ello, nada mejor que invertir en producir cosas de alto valor añadido y no intentar competir en precios con China. Eso es imposible.
Y finalmente, la separación de las fuentes de financiación fue un invento maravilloso que permitió cambiar el sistema de pensiones. En la actualidad hay que dar un paso más y pensar en mantener el sistema descolgando determinados derechos del sistema general y financiarlos vía impuestos. O determinadas partidas dedicarlas a el pago de pensiones y no a otros apartados.
En fin, que espero poder llegar a tener un derecho objetivo al cobro de una pensión que me permita vivir el resto de mi vida de forma digna. Aunque con la situación actual me temo que estaré perplejo y con el ceño fruncido hasta que deje de cobrar la pensión. Aunque todavía estamos a tiempo. Así que ...

@juanignaciodeju





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