Hemos conocido últimamente dos noticias relacionadas pero con impulso diferentes: por un lado, el BCE, preocupado como está por la situación, ha puesto todo el arsenal en marcha y amplia considerablemente la política monetaria; por otro, el nivel de deuda pública de la economía española alcanza el 99% del PIB.
Lo del BCE se veía venir, y muestra claramente que la situación no está ni medianamente controlada por parte de las autoridades económicas. La evolución de los precios sigue en negativo y eso debería preocuparnos a todos mucho, por más que algún irresponsable opine que eso es una virtud. Y el BCE se decide a hacer lo que buenamente puede, que incluye tipos de interés al 0%, comprar deuda privada de empresas con alto rating y bajar el tipo de interés de los depósitos hasta el -0,4%, al margen de ampliar la QE hasta el límite de 80.000 millones mensuales. Y el propio Dragui reconoce que la política monetaria no está llegando a la economía como debería y que eso es un problema, porque no hay mucho margen más.
La pregunta pertinente es ¿por qué no está llegado el dinero? Hay múltiples respuestas a ello, pero aquí voy a apuntar una: la falta de incentivos a la inversión y al consumo se fundamentan en la escasa capacidad de compra de la mayoría de los agentes. Nadie puede esperar que una persona con un salario menos que mil eurista se lance a comprase un coche o una casa. Por lo tanto, es difícil que esa persona se preocupe de solicitar un crédito, dado que será muy complicado que se lo den. Y si el banco se lo diera, muy probablemente sería criticado por inflar una nueva burbuja. Y si los bancos no prestan dinero, el BCE está dispuesto a penalizarles en los tipos de interés. Luego al final, a aquellos (pocos) que tenemos una situación más o menos desahogada nos inflarán a propuestas de crédito mientras que al resto no le darán ni las buenas tardes. Pero nosotros no lo necesitamos o estamos escarmentados de ello, por lo que es complicado que el crédito crezca. Y, por lo tanto, la política monetario seguirá sin tener efectos y los precios seguirán en términos negativos y, en consecuencia, los salarios seguirán bajo mínimos y, lógicamente, el consumo seguirá retraído. Y entonces el crédito seguirá sin crecer y la economía se frenará. Todo muy lógico. Luego lo primero que tiene que ocurrir para que el crédito crezca es un incremento de los salarios, cosa que nadie está dispuesta a que ocurra (entiéndase, nadie de los que mandad: ni el gobierno, ni los empresarios, ni la troika, ni el BCE, ni el FMI, ni ...) Ese es el primer punto que tenemos que afrontar. Pero desde la economía, por favor, no desde el populismo: los salarios deben crecer según sea posible y según en qué sectores, no por decreto y de forma generalizada.
La otra noticia nos convoca en el ámbito de lo no deseable. Un gobierno que nos abroncó con aquello de que 'hemos vivido por encima de nuestras posibilidades' va ahora y nos endeuda hasta el 100% del PIB. Luego está diciendo que España está viviendo por encima de sus posibilidades. En fin, una contradicción más. No soy yo quien esté en contra de ciertas cosas, pero si estoy en contra de la incoherencia de los gobernantes. Un 100% de deuda implica que hemos dejado a nuestros hijos una deuda de tanto como producimos, es decir, que debemos todo lo que producimos en una año. Si pagamos una media del 37% de impuestos, estamos al límite de nuestra capacidad de endeudamiento. Si no la hemos sobrepasado. A favor del gobierno diremos que los tipos de interés de la deuda están siendo negativos a corto plazo (ya incluso en los tipos de medio plazo) lo cual implica que me endeudo y termino reduciendo mi deuda. Pero eso es sólo puntualmente. Además, a nosotros nos da igual que el tipo que paga el gobierno sea negativo, nosotros lo pagaremos positivo en cualquier circunstancia. Al final, los hay que siempre ganan. Tanto por la deuda pública como por los préstamos que nos den los bancos.
Voy a tratar de explicarme. Un banco compra deuda del gobierno con el tipo del -1%. Con ese título va al BCE y se la vende en el mercado secundario por un tipo de interés que está más o menos representado por la prima de riesgo, que no es más que la diferencia entre la deuda alemana y la española. Ese tipo será positivo y, por lógica, mayor que el 1%, luego ellos están cobrando un tipo de interés por la deuda del estado. La diferencia no será muy grande, apenas de un punto o algo así, pero el concepto implica que el BCE tendrá que pagar al final ese tipo de interés, y el BCE es de todos nosotros. Luego al final pagaremos por la deuda de una manera o de otra. En fin. Todo muy edificante.
Al final tenemos una economía dopada de dinero y con una deuda impagable, tanto pública como privada, y ni con esas circunstancias las cosas mejoran. Esto está cada vez más complicado. Y todo por no subir los salarios y buscar las ganancias de productividad por otros caminos. Me voy a tener que dedicar al sindicalismo activo. O no. Y yo qué sé, ¡si sólo estoy en estado de perplejidad permanente!
@juanignaciodeju
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