martes, 1 de marzo de 2016

PROPONIENDO LOCURAS

Algunas veces me parece que mi vocación por la enseñanza me confunde y creo que soy capaz de enseñar cualquier cosa que tenga que ver con la economía. Luego recapacito y termino pensando que soy un arrogante que finalmente no sabe nada y me deprimo. Qué le voy a hacer, es mi carácter.
Digo esto porque cada vez que pienso en algunas propuestas disparatadas que hacen algunos, curiosamente siempre los mismos, me dan ganas de darles unas clases de economía básica. Pero luego me corto. No sé,. las cosas me parecen muy simples, aunque luego termino pensando que es mi concepto de las cosas y que seguramente esté equivocado. Me entra el bajón y lo dejo para otro día.
Pero hoy no se si es el día u otra cosa, el caso es que me siento más fuerte y voy a criticar algunas cosas.
La primera es esa moda de establecer salarios máximos. Como si con eso acabáramos con la desigualdad, el problema de la distribución de la renta y el hambre en el mundo. Parece que el que escribe las propuestas no es economista o no ha pasado de primero de bachierato, donde esto ya se tiene que haber contado. Porque si el mercado de trabajo tiene una oferta (realizada por los trabajadores) y una demanda (realizada por las empresas), un precio máximo (es decir, un salario máximo) va a provocar un exceso de demanda, es decir, puestos de trabajo que no se van a cubrir por falta de trabajadores dispuestos. Es evidente. Si yo soy un técnico medio que cobra, pongamos por caso, 20.000 euros y me ofrecen que ascienda, pero cobrando lo mismo, la respuesta será, en el 90% de los casos, negativa. Y me quedaré como técnico medio. Luego fijar salarios máximos no va a solucionar ningún problema. Ni va a reducir desigualdades.Sólo va a provocar que las empresas, los organismos, etc, desaparezcan. Lo cual puede no ser tan mala idea. En fin, veremos.
Igualmente, aunque en sentido contrario, afirman que el salario mínimo debe subir un 50%. Bueno, si hacemos eso lo más probable es que el paro se dispare un 75%. Porque estaremos incrementando un precio mínimo que generará, según el esquema anterior, un incremento del exceso de oferta, es decir, un incremento del desempleo. Salario mínimo debe existir, eso es indudable, pero las variaciones deben corresponder con las leyes de la oferta y la demanda y no con otras cosas. Lo dicho, el que lo escribe no sabe de qué está hablando.
Luego tenemos a los ilusionistas: gente que es capaz de hacernos ver lo que no existe ni es posible que exista. Porque nos dicen que si ahora tenemos un déficit del 4,2% y hacemos una operación que consiste en incrementar el gasto en 96.000 millones de euros que conseguimos de ingresos en la misma cuantía, es decir, 96.000 millones, el déficit dentro de dos años será el 2.5%. Eso implicaría que el multiplicador keynesiano de nuestra economía sería de, algo así como el 5.000% anual acumulativo. Es decir, que incrementar el gasto público implica que la renta se multiplica por 50: me gasto 1.000 y la renta se incrementa en 50.000. Si no no es posible que el déficit, medido en porcentaje del PIB, disminuya a la mitad.
Si nuestra economía funcionara de esa manera, muy torpes deberíamos ser para tener déficit público. El efecto de cualquier política fiscal sería inmenso sobre la recaudación. Pero es que si hacemos eso lo único seguro es que la inflación se dispare de forma abrupta, dado que hay que emitir, o captar, dinero y eso generará, ineludiblemente, inflación. Un pequeño problema adicional.
Que tiene que haber política fiscal lo opina ya todo el mundo (menos Merkel y algún ultra liberal que hay suelto) pero hay que hacer las cosas con cabeza y midiendo muy bien los pasos. Siempre he propuesto que se hagan políticas expansivas en esta situación, pero mejor por alguien que entienda de lo que estamos hablando.
En fin, que con lo que estamos escuchando, este economista perplejo va a montar una academia para políticos donde les enseñaría economía, aunque me temo que debería dedicar más de dos tardes en ello. Porque, desde luego, fundamentos les faltan todos. Clases particulares baratitas: sólo 1.000 euros la hora. Con una sesión de investidura me forro.


@juanignaciodeju

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