miércoles, 30 de diciembre de 2015

A MODO DE RESUMEN DEL AÑO

Acabamos un año muy convulso y político que nos ha deparado la existencia de múltiples convocatorias electorales que, por lo menos, nos han dejado un entretenido panorama. Gobernar va a ser complicado, pero nos lo vamos a pasar muy bien. 
Empezamos el año con unas buenas perspectivas económicas que se han ido cumpliendo, gracias a la intervención decidida del BCE, la política energética del cártel de la OPEP, la depreciación del euro. También a la mejora de algunos parámetros de la economía española, aunque eso tiene más matices.
Básicamente, en España ha mejorado el consumo interno, lo que viene alentado por las bajadas de impuestos y la devolución de rentas a los funcionarios y trabajadores públicos, pero tiene como contrapartida que el déficit público se ha separado de su senda de cumplimiento y va a terminar el año alejado del 4,2%. Es una prueba más de que Laffer no tenía razón en sus planteamientos, aunque seguro que algunos de mis colegas son capaces de encontrar alguna excusa para mantener esa teoría.
Aunque el empleo ha crecido sustancialmente, y eso está siendo objeto de loas por parte de los convencidos de la política económica puesta en marcha, las sombras sobre el mercado de trabajo siguen siendo muy elevadas. Lejos de poder estar esperanzados debemos mostrarnos cautos con la evolución y centrar nuestro análisis en las consecuencias de tener un mercado de trabajo con unos salarios tan reducidos y con unas volatilidades tan grandes que no es posible hacer una planificación medianamente acertada del futuro. Tenemos que plantearnos cómo acabar con la precariedad, cómo hacer las empresas más eficientes y a los trabajadores más productivos. Y todo eso para mantener mínimamente nuestro sistema de pensiones. Y todo ello tiene que ver con la formación, tanto reglada como dentro de la empresa, y cambiar el concepto de gasto en educación por el de inversión en educación. Y de eso en la reciente campaña electoral no hemos escuchado nada. Hay que invertir en educación. Y eso cuesta dinero.
Otro punto con un problema grave para el futuro de nuestra economía es al falta absoluta de inversión en I+D+i. Estamos en niveles históricamente bajos de inversión en investigación, lo que aboga a nuestra economía a la mediocridad a medio y largo plazo. Lo cual es, además, una contradicción en si misma: la generación más formada de la historia no puede desarrollar sus capacidades en este país donde nos hemos gastado un pastón tremendo en formarles. Y, eso sí, les proporcionamos 'movilidad exterior' para que desarrollen sus capacidades en otros países, normalmente competidores nuestros. Genial!
Y todo ello desemboca, inevitablemente, en unos salario muy bajos que, encima, según se publicó ayer en la prensa, no han proporcionado una ventaja competitiva en España. Siempre he mantenido, irónicamente, que había que dar un par de clases de economía a nuestros dirigentes. Ahora creo que es imprescindible. Y no dos, si no probablemente una grado entero para ellos. Mientras en este país no tomemos decisiones basadas en la realidad, no vamos por el buen camino.
Hay que empezar a discutir con argumentos sólidos las 'ocurrencias' de nuestros políticos. Por ejemplo, habrá que decir a nuestro presidente en funciones que no es suficiente con alcanzar la bonita y mágica cifra de 20 millones de ocupados para solventar nuestro problema de pensiones; con salarios tan bajos eso equivale a tener un agujero considerable en el sistema ¿o es que está apuntando a una rebaja significativa de las pensiones?. Veremos.
Igualmente hay que decir que no sirve cualquier medida que se nos pase por la cabeza para mejorar la situación. Por ejemplo, dudo mucho que con un incremento del salario mínimo hasta los 1.100 euros mensuales de golpe consigamos, en primer lugar, crear empleo; y en segundo lugar, mejorar el resto de salarios. Seamos serios en nuestros planteamiento. Hay que mejorar los salarios, si, pero con cabeza, por favor.
Igualmente, seamos conscientes que hay que hacer asequible la energía para los ciudadanos, pero eso está vinculado a la evolución de los mercados. No lo conseguiremos por decreto ley, eso seguro. Y cualquier otro camino no es factible, sobre todo porque estamos en una estructura supranacional llamada Europa y pertenecemos a una unidad monetaria que es el euro. 
En fin, que aprovechando el estreno del episodio VII de la Guerra de las Galaxias, ahora llamada Star Wars por obra y gracia del registro, y ante la necesidad de entendimiento que las urnas han puesto sobre la mesa, sólo podemos decir ¡Qué la Fuerza les acompañe! Aunque mira que lo dudo. ¿Me estaré pasando al lado oscuro?. En fin, que 'Feliz y Perplejo Año Nuevo!


@juanignaciodeju

viernes, 11 de diciembre de 2015

Y AHORA NOS QUIEREN HACER CARGAR CON UNA MOCHILA

Alguien se ha puesto a pensar en volver a reformar el mercado de trabajo, según nos pide la Comisión Europea, y han pensado que el modelo llamado Mochila Austriaca es una opción para esa reforma. Pero, ¿en qué consiste ese modelo?. Voy a intentar simplificar su funcionamiento al máximo para que sea perfectamente comprensible.
Básicamente, consiste en que los empresarios y trabajadores aportan una serie de cantidades de forma obligada a un fondo que gestiona el estado y que se va cargando cada mes. En dicho fondo se incluyen la indemnización por despido, los gastos de formación, los gastos por desempleo, y cualquier cosa que el legislador contemple. Así, si un trabajador es despedido, no necesita solicitar una prestación por desempleo, puede directamente disponer del dinero que tiene almacenado en su mochila; no debe esperar una indemnización por ser despedido, la tiene almacenada en su mochila; no tiene que solicitar los gastos de formación, están disponibles en su mochila. Y si un trabajador no es despedido nunca, nunca hace uso de la prestación por desempleo ni necesita formarse con cargo a los fondos del estado, el importe se va capitalizando de forma que cuando se jubile se encuentra con un fondo de pensiones.
En principio, así planteada, la 'mochila austriaca' cumple con una serie de características que la hacen muy atractiva para los legisladores. La primera es que permitiría que se fuese transformando el sistema de pensiones del país desde uno de reparto hacia uno de capitalización de forma natural y sin resultar muy perjudicial para el trabajador. No habría que disponer de unos fondos para pagar prestaciones por desempleo, ya que estarían recogidas en la mochila y el estado no tendría más problema que los gastos de gestión. De la misma manera, acabaríamos con los problemas de los programas de formación continua y sus posibles corruptelas, dado que sería el propio trabajador el que dispusiera de sus fondos para la formación. Es decir, al final desaparecerían unas cuantas líneas presupuestarias que eliminarían parte del gasto y, en consecuencia, de los problemas. Además, este modelo permitiría un ahorro privado más responsable y una mejor distribución de la renta entre el presente y el futuro, por cuanto existiría una correlación entre lo ganado en el presente y lo que percibiremos en el futuro.
Con respecto al desempleo, evita las posibles corruptelas en el cobro de la prestación, por cuanto al final uno cobra lo que ha aportado, ni más ni menos. Y si está trabajando, le interesará no vaciar su mochila pues en el futuro eso serán pensiones y rentas.
Además puede terminar fomentando la movilidad de los trabajadores en búsqueda de nuevos y mejores empleos, ya que al ser la mochila de nuestra entera propiedad, la traspasaremos de una empresa a otra, lo que provoca que aquellos que acumulen un determinado número de años en una empresa no se perpetúen en ella por miedo a perder ese derecho a una indemnización suculenta que le permita acceder al pisito en la playa. En fin, todo ventajas, ya  que mejorará la productividad, fomentara la movilidad profesional y la mejora de las rentas.
Y para las empresas, los procesos de ajuste de plantillas son automáticos, no necesita una legislación especial que le permita reducir el coste de las indemnizaciones, no debería existir el FOGASA, puesto que ya lo tendríamos incluido en la mochila. Y dejaríamos de discutir por la indemnización por despido, ni si es procedente, improcedente o nulo el despido. Acabaríamos, además, con el problema de los juzgados de lo social.
Ya digo: un chollo!
Pero no es oro todo lo que reluce. Hay varios puntos negros en ese modelo que deberíamos considerar y, sobre todo, deberíamos evitar. Ya que al final, cualquier modelo es bueno sobre el papel, lo que pasa es que los detalles son el problema.
Por ejemplo, con la mochila austriaca convertiremos el mercado laboral en todos los puestos precarios. No es necesario cambiar los contratos, ni hacer modificaciones en la legislación sobre la indemnización por despido. Eso ya está incluido en el modelo. Eso tiene, fundamentalmente, un efecto desincentivador muy importante, dado que será más o menos indiferente el desempeño. Sólo tendremos una ligera ventaja en el corto plazo, pero ninguna en el largo plazo.
Por otro lado, significará una bajada evidente y de considerable cuantía de los salarios, dado que los empresarios se encontrarán con un nuevo coste: el del despido, que, lógicamente, descontarán del salario para evitar que sus beneficios disminuyan. Y, aunque se establezca una indemnización creciente y cualquier otra eventualidad, el descuento lo harán sobre la máxima posible. Así, el salario del trabajador se verá reducido en ese importe.
Además, desaparecería la formación empresarial tan necesaria en la gestión de las empresas. Y eso es así porque al disponer de una especie de cheque de formación, los trabajadores emplearían ese importe en lo que más desearan, que no tiene porque coincidir necesariamente con las necesidades de la empresa. Además, dado que la movilidad pasaría a ser mayor, a las empresas no les compensaría fomentar la formación de sus trabajadores, dado que pueden irse a otra empresa con todo el know-how.
Con respecto a la supuesta garantía de las percepciones por desempleo, una de las razones para implementar este modelo, carece de toda lógica pensar que será así. Entre otras razones porque, por ejemplo, supongamos una persona con un salario de 20.000 euros brutos anuales; aportando la empresa y el trabajador las cantidades expuestas aquí, acumularía en su mochila una cantidad de 17.000 euros en 6 años. Eso implica que, si plateásemos un periodo de dos años en el paro, la cantidad que podría 'usar' cada mes de su mochila, hasta agotarla, seria de 354,17 euros. Del todo insuficiente para vivir. Para poder mantener un nivel de vida más o menos aceptable debería aportar a la mochila, entre la empresa y el trabajador, un 40% de su salario. No parece viable.
Al final el problema mayor es que provoca que lo que antes era un ejercicio de solidaridad ahora lo convertimos en un elemento de individualismo, con todas las ventajas que eso implica para el individuo pero con todos los inconvenientes que provoca en la sociedad. Abandonamos el reparto y, por consiguiente, la solidaridad por la capitalización y, por lo tanto, el individualismo.
Dicen los expertos que algo hay que hacer con el mercado de trabajo para que funcione mejor y la gente pueda vivir. Y estoy de acuerdo con ellos, aunque creo que es necesario reflexionar sobre el qué. Y ahora estamos en un momento ideal para ello: hay elecciones. Al menos eso opina este economista perplejo.


@juanignaciodeju

miércoles, 9 de diciembre de 2015

¿Y AHORA QUÉ HACEMOS CON LAS PENSIONES?

Si fuésemos muy peliculeros podríamos poner aquí la famosa frase que dijo el comandante del Apolo a Houston: 'Tenemos un problema' Porque se empieza a vislumbrar una difícil situación para nuestro sistema de pensiones que no podemos solventar poniendo parches.
Sencillamente, tenemos un problema de muy baja natalidad que hace que la evolución demográfica lleve inexorablemente a un colapso en el sistema  de pensiones de aquí a medio plazo. O no tan medio. Y hay que empezar a tomar medidas y ser conscientes del problema, única manera de solucionarlo, o, por lo menos, de intentarlo. Porque lo evidente es que, en las circunstancias actuales y sin cambios en las variables del sistema, los que ya tenemos unos añitos, pero nos consideramos jóvenes, no vamos a cobrar una pensión que nos permita vivir. 
Porque ni siquiera los 20 millones de cotizantes en el corto plazo evitarían esa quiebra. Bien es que los alcancemos, nos proporcionarán un alivio, pero no solucionarán el problema. La tendencia es a que la esperanza de vida se incremente, y que se iguale progresivamente la de hombres y mujeres. Y como la mujer tardó en incorporarse al mercado de trabajo, pero lo hizo con plenas garantías, conforme pasen los años se incrementará el número de las que acceden a pensiones y cada vez más altas. Y como tenderemos a vivir más, en media, pues el gasto será cada vez mayor.
Porque los recambios generacionales están incorporándose al mercado de trabajo con cada vez menores salarios, lo que provoca que donde antes un sólo trabajador cotizaba por 100 ahora existan dos que cotizan cada uno por 30, lo que implica que nos faltan 40 en el sistema. Y eso suponiendo que existan esos dos y que encima coticen. Lo cual es mucho suponer.
Porque en la actualidad no se tiene hijos y, lógicamente, necesitamos que haya un relevo generacional que mejore las perspectivas de la población. Pero también es cierto que el mantenimiento de un hijo se hace imposible con salarios normales, lo que significa que es materialmente una quimera con los salarios que se cobran en la actualidad, a no ser que pretendamos convertir a las familias en indigentes funcionales de por vida.
En consecuencia, con natalidad en retroceso y salarios menguantes, cuando a los talluditos nos toque acceder a la jubilación (a los 65, los 67 o los 70) nos va a resultar imposible cobrar una pensión digna. Y estamos mal posicionados para incrementarla con un plan de pensiones privado, dado que estamos dedicando nuestros ahorros a otros menesteres (hipotecas, deuda pública, estructura del estado, sanidad, educación, etc) 
Personalmente estoy orgulloso de proporcionar sanidad a nuestros padres y educación a nuestros hijos. Creo que es el camino. Pero la precariedad actual y los salarios que se están cobrando hacen cada vez más inverosímil que se pueda mantener el sistema. 
Por lo tanto, necesitamos un cambio en el sistema de pensiones que pase por tres parámetros fundamentales:
1.- Incremento de la natalidad. Tenemos que mantener un ratio mínimo de cotizantes / pensionistas.
2.- Incremento de los salarios. Es imprescindible que los salarios crezcan para que los que mantienen el sistema proporcionen ingresos  suficientes para el gasto.
3.- Generar nuevos ingresos en el sistema que permitan mantenerlo. 
Con respecto al primer punto, personalmente vincularía la cuantía de la pensión con el número de hijos, de forma que se cobrase, por ejemplo, un 100% con dos, pero un 110% con tres hijos, un 125% con cuatro, etc. No se penalizaría la no paternidad, se premiaría la contribución al sistema. No pretendo un nuevo baby boom, pero si que seamos conscientes que el sistema de protección social se basa en la suficiencia y que si no existe, desaparece el sistema. Además esa medida debería estar acompañada con un mejor trato a entorno familiar, independientemente de la forma jurídica que tenga.
Es imprescindible un incremento de los salarios. Las miserias que se están pagando están influyendo negativamente en todo el sistema económico, con emancipaciones tardías, maternidades tardías, falta de ingresos fiscales, falta de cotizaciones a la Seguridad Social, etc. Todo ello ahonda el problema de las pensiones y del Estado de Bienestar.Y para ello, nada mejor que invertir en producir cosas de alto valor añadido y no intentar competir en precios con China. Eso es imposible.
Y finalmente, la separación de las fuentes de financiación fue un invento maravilloso que permitió cambiar el sistema de pensiones. En la actualidad hay que dar un paso más y pensar en mantener el sistema descolgando determinados derechos del sistema general y financiarlos vía impuestos. O determinadas partidas dedicarlas a el pago de pensiones y no a otros apartados.
En fin, que espero poder llegar a tener un derecho objetivo al cobro de una pensión que me permita vivir el resto de mi vida de forma digna. Aunque con la situación actual me temo que estaré perplejo y con el ceño fruncido hasta que deje de cobrar la pensión. Aunque todavía estamos a tiempo. Así que ...

@juanignaciodeju





miércoles, 11 de noviembre de 2015

LA INDEPENDENCIA

Me resisto a entrar en el debate artificial de la independencia de Cataluña porque creo que no lleva a ninguna parte, aunque al final no voy a tener mas remedio que plantear mis dudas económicas.
Cuando uno piensa en que los muy liberales votantes de CDC se han unido con los socialdemócratas de ERC ya le suena raro. Piensa en otros partidos socialdemócratas como el PSOE o el Partido Socialista Francés, con sus múltiples contradicciones ideológicas y su abrazo amoroso a las políticas neo-liberales de privatización y venta del sector público, reducción de los derechos laborales, santificación del equilibrio presupuestario etc. No me parece mal la evolución ideológica de las personas y las instituciones, pero creo que ha sido excesiva. Baste recordar las opiniones iniciales de Felipe González y Miterrand sobre la nacionalización de la Banca y de la red de transporte eléctrica como grandes medidas de economía social. Fueron ellos mismos los que, posteriormente, vendieron los bancos públicos y privatizaron las empresas eléctricas. Nada que reclamar, pero simplemente hay que apuntarlo.
Pero esos muy liberales votantes de CDC, defensores a ultranza de la Unión Europea, del Euro como moneda común, de las democracias liberales europeas, del concepto europeo en su conjunto, están pendientes de lo que opinan los anti europeos y proclives a la desaparición del Euro de la CUP como moneda para formar gobierno y aprobar las normas de ese nuevo estado catalán. Nada que objetar a ello, simplemente que parece extraño ver de la mano a los anticapitalistas y a los industriales de la Cataluña más emprendedora. No es malo, es simplemente poco razonable.
El hecho en si es que esa unión produce extrañas situaciones finales, como ver votar a los liberales ardorosos una propuesta para declarar el aborto como un derecho. ¿Que opinaron los obispos que tanto apoyan el proceso teniendo que aceptar esos peajes? A mi particularmente me parece bien que el aborto sea considerado un derecho, pero cabe recordar que esos mismos liberales votaron en contra en el Parlamento Español. 
Y ayer prometieron que todo sería mucho mejor con una República Catalana. Parten del hecho de que tendrían un presupuesto superior en 16.000 millones y, claro, con 16.000 millones más uno es capaz de prometer la luna. Pero esa cifra no es del todo cierta.
En primer lugar, parte de un concepto tramposo de medir las cosas, considerando que se cumpliría la clausula del Ceteris Paribus en economía. Bien, eso no se cumpliría desgraciadamente. Es muy probable que los gobiernos, mercados y agentes económicos individuales que deben actuar no apliquen ese concepto hagan algo, es decir, que actúen. Y en consecuencia, lo más probable es que las cifras cambien a la baja.
Supongamos que no. Esa cifra tendría que asumir la necesidad de nuevos gastos no contemplados, tales como un servicio exterior, un ejército, etc. Obviamente, los 16.000 euros supuestos irían menguando.
Añadamos también la deuda que debería imputarse, ni siquiera la que debería generarse nueva como consecuencia de las inversiones realizadas por el estado en Cataluña. Baste recordar que se invirtió una ingente cantidad de dinero en las Olimpiadas de 1992 que sufragamos a escote. Refiriéndome únicamente al Fondo de Liquidez Autonómica, la exigencia de pago de los 38.000 millones que se han dispensado hasta el momento, más los 2.300 que están solicitando, haría que Cataluña tuviese que acudir al mercado a pedir ese importe y eso equivaldría a quitar unos 4.000 millones más al año en intereses de esos 16.000.
Y, finalmente, la gran trampa. Afirman que van a crear una Agencia de Seguridad Social Catalana donde los empresarios y empleados deben ingresar las cuotas de sus empresas. Pero, al mismo tiempo, dicen que los pagos a los actuales pensionistas catalanes son del Estado Español. Es decir, me quedo con los ingresos y tu sigues con los pagos. Eso es hacer unas pequeñas trampas en el solitario. Si actuamos racionalmente, la tasa de cobertura de las pensiones en este momento en Cataluña se encuentra en el 64%, lo que significa que el déficit está en un 36% que habría que restar de los 16.000 millones, si es que queda ya algo.
Y a eso añadir el déficit público que, año tras año, está generando el gobierno catalán. Que no es poco, más bien de 2.000 millones todos los años. Al final, parece que ese excedente sería más bien nulo o negativo en mucho más.
Sin los 16.000 millones, ¿cómo pretenden subir los salarios de los funcionarios? Parece complicado. ¿Cómo van a subir las pensiones?. Sólo hay una salida, que sería la subida de impuestos de forma generalizada. Y entonces vuelvo a pensar en la burguesía catalana representada por CDC sudando la gota gorda por que esta huida hacia adelante al final les va a costar mucho dinero.
Y todo esto sin violar la clausula 'ceteris paibus'. Si hacemos política ficción, imagino que La Caixa abandone Cataluña como sede para evitar una debacle en el resto de España, igual que el Banco de Sabadell. Imagino que las grandes empresas del polo de Barcelona, ante la posibilidad cierta del abandono del euro (dado que la CUP así lo va diciendo)  y la salida de la UE, actúen con racionalidad económica y se deslocalicen. No es algo deseable, pero es inevitable. Imagino que la poca o mucha deuda que asuma la nueva república tenga una financiación prohibitiva y que, fuera del euro, cualquier nueva moneda que se crease estaría fuertemente devaluada con el consiguiente empobrecimiento de la población. Imagino revueltas y problemas por la falta de productos básicos y demás. Pero eso ya es mucho imaginar.
Lo que si puedo imaginar es que el nuevo estado debería estar reconocido por algún otro estado para tener legitimidad. Si no hay reconocimiento internacional es como si no existiera. Y no creo que los países del UE, los USA, o los países iberoamericanos entren en ese juego. No queda mucho donde agarrarse.
Lo que si veo claramente es que las causas judiciales abiertas y seguidas según las leyes españolas decaerán por falta de legitimidad. No existirían por no reconocer ni los tribunales ni las leyes que se les aplican. Y, por lo tanto, no ha habido nada. Y, si seguimos imaginando, puedo ver a la familia Pujol sin ir a declarar, presentarse a un juicio, devolver ni un sólo céntimo y viviendo tranquilamente con sus empresas en paraísos fiscales sin pagar un sólo impuesto. Este Economista Perplejo tiene la mente muy calenturienta. ¿Es eso lo que se pretendía?



@juanignaciodeju


P.D. Sigo sin tener respuesta a una pregunta que hice el otro día: ¿Puede una personas de izquierdas ser nacionalista?
Es que cuando yo era marxista aquello significaba la internacionalización y el abandono de la frontera en pos de una unidad del proletariado. ¿Eso ha cambiado?


martes, 29 de septiembre de 2015

ALGUNOS NUBARRONES SOBRE EL HORIZONTE

Cuando ya todo parecía sencillo y fácil, los organismos internacionales saltaban de alegría por nuestra evolución económica, el gobierno no paraba de introducir medidas en los presupuestos que va a aprobar predatados y estábamos viendo el futuro mas de color de rosa (algunos, que yo tengo las gafas sucias todavía y no puedo ver claro) aparecen algunos nubarrones oscuros sobre el horizonte.
En primer lugar, China. Algunos están muy preocupados con la evolución de la economía China. Hay razones en algún país, pero no de forma generalizada. Algunos ya están sufriendo las consecuencias, como es el caso de Brasil, que además no ha sido capaz de digerir convenientemente el exceso de obra pública en su territorio con motivo del Mundial de fútbol del año pasado y los Juegos Olímpicos del que viene. Veremos como se ajusta, pero puede resultar problemático para la población. En conexión geográfica Argentina también se encuentra en una situación parecida, aunque quien está sufriendo más son los proveedores de petróleo, con Venezuela a la cabeza. 
Y fuera del área sudamericana, Rusia se encuentra con un presupuesto mermado por los bajos precios del petróleo, que por otro lado están provocando una asfixia financiera a los grupos islamistas radicales. No en vano es ahora cuando la comunidad internacional parece estar dispuesta a hacer algo para acabar con ellos. Poderoso caballero es don dinero.
Pero ese impacto de China también se ve en los precios de los consumidores que tenemos en el primer mundo, de forma que aparece otra vez el fantasma de la deflación. Como digo siempre en mis clases, contra la inflación sabemos operar y buscarle soluciones, aunque nuestra experiencia con la deflación es realmente escasa y no muy efectiva. De momento, parece que la solución pasa por tener tipos de interés cercanos a cero durante largos periodos de tiempo y con vencimiento indefinido. El problema se llama trampa de la liquidez, aunque una subida de los tipos de interés en las actuales circunstancias sería devastador para una economía como la española que todavía no se ha terminado de desapalancar. Complicada decisión la que se le echa encima al Sr. Draghi. No me gustaría estar en su pellejo en ese momento.
Pero es que además se está produciendo una acumulación de dinero en algunas manos que hacen que los mercados de deuda carezcan de liquidez, con lo que son mercados prácticamente inexistentes. Eso implica que se acerca a pasos agigantados la trampa de la liquidez en el peor de los escenarios: cuando las políticas monetarias ya no tienen ninguna efectividad y las fiscales no son aplicables: podemos encontrarnos con un serio problema en los bancos, con una deflación generalizada y con una quiebra sistemática de las empresas. Unos tipos de interés cercanos a cero son buenos cuando incentivan la inversión, pero la deflación hace menos atractivos los negocios y, en consecuencia, las empresas terminan cerrando. 
Y encima, la evolución del capitalismo está llevando inexorablemente a una falta de regulación que hace que los agentes individuales primen por encima de los derechos colectivos. De forma que es más importante el beneficio y los dividendos que el bien común. Y en esa línea de desarrollo nos encontramos con las manipulaciones informáticas de las emisiones del Volkswagen o las estafas piramidales tan clásicas, aunque también la precariedad en el empleo y los demás cambios que se están produciendo en las relaciones económicas de los países. Ello, junto con la deflación, provocan que el principal motor de la salida definitiva de la crisis, que debería ser el consumo, en sociedades fuertemente endeudadas como la española, con contratos cada vez más temporales y salarios más bajos no puedan superar la situación en un plazo más o menos breve. De hecho, la mayoría de los estudios prevén que la economía española se ralentice el año 2'016 e inicie un descenso a partir de ese momento.
Se avecina un cambio en el paradigma económico de dimensiones poco exploradas y con consecuencias difícilmente manejables. Porque la sociedad no aguantaría una segunda recaída en la recesión. Lo que está claro es que ese cambio va a pasar o por una toma de conciencia de los consumidores  en la colaboración y el poder que en conjunto tienen o por una polarización excesiva de la economía con consecuencias dramáticas para una gran parte de la población. Y eso pasará por una reformulación de relaciones económicas a nivel de personas, países, regiones e incluso religiones. En el siglo XIX ese cambio provocó el nacimiento del marxismo, en el XX la economía del bienestar por la aparición de Keynes, y ahora no sabemos muy bien qué va a pasar ni quién será el teórico que lo lidere. Al menos una cosa está clara, este economista perplejo no parece el más indicado para ello.


@juanignaciodeju

miércoles, 9 de septiembre de 2015

'EL PLAN B ES LA SALIDA DE LA UE'

Ahora se está poniendo de moda cuestionar la pertenencia de los estados a la UE como forma de evitar los elementos más problemáticos de pertenecer a una zona económica común. Lo he escuchado ya a varios ‘responsables’ políticos. Syriza tenía como opción B a la austeridad abandonar el euro; Pablo Iglesias lo ha insinuado; algunos miembros de las nuevas formaciones también lo hacen. Parece que puede ser hasta positivo. Incluso en Catalunya se argumenta que una salida de la UE por declararse independientes no sería traumática.
¿Qué nos aporta la UE? Dejando de lado a Merkel y a la burocracia, podemos hacer un pequeño análisis, sin duda incompleto e inexacto, de lo que hemos obtenido por pertenecer a ese club privilegiado.

LIBRE CIRCULACION DE MERCANCIAS

La UE, en su origen, era un intento de crear mercados sin trabas a la exportación, dado que lo que se pretendía era provocar el desarrollo económico de los pueblos que estaban, obviamente, irremediablemente conectados por cultura, comercio e incluso guerras. Esa realidad se plasmó en los primeros tratados que fomentaban la desaparición de cualquier traba a los productos de los países miembros.
Igualmente, desde ese concepto, se empezó a regular algunos mercados. Por ejemplo, la Política Agraria Común, con el objetivo de garantizar un ingreso mínimo a los agricultores mediante el control de la oferta y la demanda. Podemos estar más o menos de acuerdo con el mecanismo, pero el campo europeo sufrió una gran transformación gracias a ella.
Y la desaparición de las fronteras en términos de mercancías provocó las ventajas de algunos países con respecto a otros y la localización de nuevas empresas en sus territorios: si tengo acceso a la misma tecnología, parecida formación de los trabajadores y costes más adecuados, obviamente me traslado a ese país. TOYOTA, VW, NISSAN, etc son ejemplos de empresas que se establecieron en España cuando entró en la UE.

LIBRE CIRCULACION DE PERSONAS

Paso siguiente en el desarrollo fue la libre circulación de personas. La desaparición física de las fronteras interiores. Eso de levantarte y viajar a cualquier país de la UE sin necesidad de pasaporte ni visado ni nada por el estilo. En consecuencia, con ello se ha desarrollado algo tan vital como el talento, aunque en este caso la barrera idiomática es un handicap complicado de solventar.

EURO

Como desarrollo obvio, la aparición de una moneda única común, con todas sus ineficiencias y  sus debilidades, que permitiera la adquisición de las mercancías, el pago de las pensiones y los salarios, los precios, etc en una unidad de cuenta común. Y el euro tiene muchas ineficiencias y muchos problemas de construcción, pero el paso está dado y es un avance increíble en nuestras vidas. Puede que los más jóvenes no hayan pensado en ello, pero los que ya tenemos una edad estamos plenamente convencidos de este avance. Y no queremos renunciar a él.

LEGISLACIÓN

Y algo poco conocido que la gente todavía no se ha enterado: la UE ha traído a nuestras vidas legislación que debemos adoptar y que posibilita un cuerpo legislativo propio de la UE. Ese esfuerzo implica, aproximadamente, un 70% de las leyes que se aprueban en España todos los años. Es decir, el margen de actuación de nuestros gobiernos es más bien escaso. Y la mayoría de las leyes que aprobamos en nuestros países proviene de Europa.

Todo ello en su conjunto ha provocado un desarrollo económico nunca visto antes en nuestros países. Sólo hay que comparar la evolución que hemos tenido desde principios de los años ochenta del siglo pasado y compararlo con esa misma evolución en periodos iguales del pasado. Nada que ver.
La pregunta que debemos hacernos es si estamos dispuestos a renunciar a todo eso que nos aportan la UE. Si queremos renunciar a un mercado de 300 millones de consumidores; a una moneda soportada por 200 millones de personas; a una estabilidad democrática nunca antes obtenida; a los viajes por Europa sin tener que pedir visado; al capital europeo de la empresa donde trabajamos; a los productos que consumimos en la actualidad.
Creo que es un debate estéril: nadie quiere realmente abandonar Europa. Si, tenemos a Merkel y su mantra de la austeridad, pero el resto de cosas compensa con creces ese problema. Sin duda, abandonar eso crearía un agujero considerable en nuestras vidas y en nuestra economía. Al menos, este economista perplejo no quiere perder ese mercado que representa el 70% de nuestro comercio exterior.


@juanignaciodeju

jueves, 27 de agosto de 2015

YUAN-CONNECTION

De vuelta de vacaciones nos encontramos con la crisis china estallando con toda su virulencia en la cara justo ahora que empezamos a hablar de mejoría sistemática de la situación.
Pero ¿afectará la crisis china gravemente a nuestra economía?.
Lo primero que tenemos que ver es qué está pasando en la segunda economía del planeta. Una estructura económica basada en los precios de las materias primas y la mano de obra que logra producir enormes cantidades de bienes que exporta a todo el mundo con precios muy bajos. Eso, junto con una política monetaria relativamente laxa en ese país ha generado la aparición de una enorme burbuja financiera e inmobiliaria, proporcional al tamaño de la población china, más de 1.300 millones de habitantes. El pinchazo de esa burbuja, con enormes pérdidas ocasionadas a los agentes económicos individuales que entraron en el negocio con unas pérdidas en bolsa que superan los cinco billones de dólares en terminología española (5.000.000.000.000 $)
Eso acompañado (o, mejor dicho, provocado) por la des-aceleración brusca de la economía china que va a provocar, como primer efecto, la disminución de los precios de las materias primas. El primer efecto lo estamos viendo en el petróleo: la baja actividad china está provocando bajadas en el precio del petróleo. Si China demanda menos porque su economía produce menos, obviamente el precio del petróleo caerá. 
Por lo tanto, los primeros damnificados por la baja producción china serán los proveedores de las materias primas, es decir, las economías emergentes serán las que más sufran por este parón en China. Principalmente los países del golfo pérsico, Rusia, Turquia, la mayoría de los países sudamericanos y la práctica totalidad de los africanos. 
La respuesta de las autoridades económicas chinas ha sido buscar un incentivo exterior mediante la devaluación del yuan. Eso provocará que aquellos países que competían con los productos chinos en precios dejarán de hacerlo y se encontrarán en serias dificultades. Y aquellos sectores que han conseguido sortear la irrupción de los productor chinos tendrán serios problemas a partir de ahora. Veremos la desaparición de empresas en sectores con alta competencia de China y los precios de esos productos tenderán a bajar en los próximos meses. 
Por otro lado, puede ocurrir un periodo de dificultades en la captación de fondos, dado que las grandes acumulaciones de capital en China pueden empezar a tener serios problemas y, por lo tanto, aquellos agentes que se han aprovechado de esos fondos empezarán a sufrir con restricciones de liquidez. Dependiendo de la gravedad de la situación podremos encontrarnos con quiebras de países y de empresas que tendrán difícil la captación de fondos. En nuestras economías es relativamente poco probable que se produzcan estos efectos, pero habrá que tenerlos en cuenta. En principio, no deberíamos hacernos muchas ilusiones con las inversiones millonarias prometidas por chinos hace años. 
Y, obviamente, habrá un parón de aquello que nos prometíamos los españoles porque la situación podrá devenir en una crisis que provoque que los chinos no salgan a hacer turismo por aquí como empezábamos a pensar que sería posible. Eso se verá afectado tanto por la disminución de la renta de los chinos como por la devaluación del yuan. 
Y, por último, cabe la posibilidad de que la actuación del gobierno Chino no haya sido suficiente y se produzca una crisis financiera internacional, en cuyo caso estaríamos peor posicionados de lo deseable por nuestro alto nivel de endeudamiento y, en consecuencia, eso sí podría ser un problema.
En definitiva, que parece que si se controla la situación en China por parte de su Banco Central puede disminuirse mucho el riesgo sistémico de contagio y las economías occidentales sortear con cierta soltura el problema. Nos costará dinero, porque es inevitable, pero aplicar medidas ya conocidas por nosotros podrá ser beneficioso para los chinos. En concreto, tendrán que buscar una solución rápida a los problemas de los bancos chinos y la limpieza de sus balances para evitar un colapso financiero que, entonces si, tendría consecuencias apocalípticas. ¿Y si les mandamos a nuestro ministro de economía para gestionar esta crisis?. En fin, que esto es sólo una maldad de este economista perplejo.



@juanignaciodeju

miércoles, 15 de julio de 2015

UNA POSIBLE SOLUCIÓN PARA EL CASO GRIEGO

Al final se ha aprobado un rescate nuevo a Grecia. Pero esto no es mucho. Hay que implementarlo.  Hay  decir que lo aprobado parece más bien una imposición con tintes de dramatismo que otra cosa. Aun desconociendo en muchos casos la situación concreta de la economía Griega, si voy a insistir en mis líneas habituales de pensamiento y voy a proponer una salida. 

En primer lugar, la cantidad. Creo que habría que ser terriblemente generoso en este punto. Y pensar que la situación debe tender a la estabilidad a medio plazo. Por lo tanto, plantearía un rescate con los siguientes tramos:

1.- Un primer tramo de 30.000 millones de euros que irían a satisfacer las necesidades de devolución de deuda a corto plazo. Se puede implementar como una cantidad de dinero adicional que salve los pagos o como una quita de los pagos o como un aplazamiento al final del periodo de pago con un tipo de interés fijo y pactado. 

La idea es liberar fondos para que el gobierno griego pueda implementar políticas de corto plazo más urgentes.

2.- Un segundo tramo de 20.000 millones de euros para implementar políticas de reestructuración de la economía griega, buscando que se desarrolle convenientemente todo cuanto sea posible y buscando un efecto multiplicador que hagan que ese 10% del PIB pueda convertirse un un 50 o un 60%. Debería centrarse en el desarrollo de la industria y nuevos mercados, la educación y la formación.

3-. Un tercer tramo de 90.000 millones para rescatar y reestructurar la banca griega, que se encuentra en una penosa situación tras los acontecimientos vividos. 

Esta reestructuración debería incluir todo y no ser tibia. Aunque puede que el dinero sea excesivo, mejor eso que no quedarse corto.

Y todo esto con un profundo plan de reforma de la economía griega pasando por aquello que las instituciones ya le han exigido: subida del IVA, reducción de las pensiones, reducción del gasto militar, reducción de la administración. 

La subida del IVA es imprescindible en un país con una alta tasa de evasión fiscal. Se convierte en la única baza para obtener más ingresos. Y estos ingresos son imprescindibles para pagar los salarios y las pensiones. Tiene que pensarse que la idea de este plan es que Grecia pueda normalizar su situación a medio plazo sin acudir a nueva deuda. Ambicioso, si.

Con respecto a la administración, no puede ser que un país tenga al 50% de la masa trabajadora ocupada por la Administración. Es necesario reducirlos y que sean más eficientes. Lo mismo podemos decir de las pensiones: tienen que reducirse y reducir el número de pensionistas que hay en el país. 

Un vez que la economía Griega se haya estabilizado y empezado a crecer, será el momento de poner en marcha el segundo tramo: los 20.000 millones adicionales en un plan de inversiones que genere un desarrollo de la economía griega a medio plazo. Ese dinero podría obtenerse del plan Juncker y ser canalizado junto con inversores privados. Es importante que la economía se haya estabilizado para asegurarnos que no se dedica a pagar otras cosas que no sean la reestructuración de la economía. Lo fundamental es conseguir que la economía griega desarrolle nuevos sectores que le posibiliten la reducción de la dependencia exterior en muchos factores. Es necesario que la economía griega se estabilice y pueda exportar más. 

Finalmente, el tema más escabroso y peculiar: el rescate bancario. Lo primero que hay que hacer es determinar los activos malos y crear un banco malo que limpie los balances y acabe con los problemas. Y no meter al país en nuevos desafíos difíciles de gestionar. 

El gran problema con todo esto es que la deuda griega se incrementará hasta los 480.000 millones de euros, el 240% de su PIB. Evidentemente es impagable. Algo hay que hacer.Y ese algo es reestructurarla. Obvio. El tema es el cómo. Propongo que se haga una quita del 50% de toda la deuda (240.000 millones) pero que se incremente el tipo de interés de la restante al 4% anual mínimo. Igualmente, se realice una moratoria de 20 años en el pago y se establezca el pago durante otros 20 años.

La quita se haría de la siguiente manera: cada euro devuelto por el gobierno griego compensaría 2 euros de deuda, de forma que se pagaría de forma escalonada y no habría un desbarajuste radical en las finanzas del resto de socios de la eurozona, principales tenedores de la deuda griega. 

Con el tipo de interés, los acreedores verían compensada la quita posterior de la deuda. 

Lo que tiene que tener claro el gobierno griego es que durante los próximos 20 años no va a ser posible el acceso a los mercados de capitales y, en consecuencia, va a ser su propia economía la que deba generar los recursos necesarios para operar. Por lo tanto, deberá ser capaz de pagar sus deudas con sus propios recursos. Y eso sí, los socios europeos harán el esfuerzo innegable de acomodarse a la economía griega.

Esta es sólo la aportación veraniega de este humilde economista perplejo. Como no me harán ni caso, pues mejor para ellos.



@juanignaciodeju.

miércoles, 8 de julio de 2015

Y CON GRECIA ¿AHORA QUÉ HACEMOS?

Esa es la pregunta fundamental en este tema: ¿Ahora qué hacemos?

Porque la situación no puede ser más escabrosa. Los griegos dijeron NO a algo que no existía ya. Que había existido pero ya estaba caducado. Ese mandato, que hay que respetar pues es la opinión soberana de un pueblo expresada libremente en un referendum, sin embargo es de poca utilidad a no ser que le demos otra interpretación.

Porque podemos decir que lo que realmente han dicho los griegos es NO al euro. En consecuencia, no hay mucho que discutir. Nos devolvemos las cartas respectivas, los regalos mutuos y nos damos la mano como buenos vecinos. Ahora bien, olvidemos cobrar las deudas (evidentemente, el gobierno griego no pagaría lo que debe) pero los griegos entrarían en una dimensión desconocida que no sabemos dónde terminaría. Eso si, al menos tenemos claro que sería de proporciones apocalípticas para la población. Luego ya repartiremos las culpas.

Podemos decir también que los griegos a dicho NO  a la austeridad. Con eso estaríamos casi todos de acuerdo. Lo complicado es redirigir ahora el encargo, ya que tenemos un problema grave que se llama 180% del PIB griego, es decir, una barbaridad impagable. Si no se producen ahorros o incrementos de los ingresos por parte del gobierno será complicado que esto llegue a buen puerto. Porque el 180% del PIB a pagar en 20 años con 20 de cadencia, que es lo que pide el gobierno griego, al margen de una reducción de 30.000 millones y un nuevo tramo de 50.000 millones adicionales, implica que el gobierno griego deberá pagar, transcurridos esos 20 años de cadencia, un montante similar al 10% de su PIB durante 20 años adicionales. Y eso hablando en términos constantes y sin nuevo recurso a la deuda. Parece poco probable que se consiga sin nuevos ingresos (subidas de impuestos) o menos gastos. Luego la austeridad deberá seguir porque la cantidad es ya inabordable.

Podemos decir también que los griegos querían dar un espaldarazo a su gobierno. Lo cual es muy loable, pero deberían tener más información y leer mejor los informes que se han puesto de manifiesto durante esta semana de locos que acabamos de terminar. Porque el informe del FMI, ese que el gobierno griego ha sacado pecho, dice en roman paladino que el desastre de gestión de estos seis meses de gobierno ha ocasionado otros problemas adicionales, en particular que los bancos griegos se encuentran quebrados y con una deuda de 89.000 millones sólo al BCE por la facilidad de liquidez que en estos meses les ha dado. Luego habrá que pensar en un problema más 50.000 (del rescate del país) más 89.000 del rescate a la banca y menos 30.000 de quita que proponen. Es decir, un porcentaje de deuda muy por encima del 200% del PIB.

Porque aquí aparece el siguiente problema: la banca griega está quebrada y sólo puede funcionar con acceso a la liquidez que le presta el BCE. La solución es clara para aquellos que desprecian la economía: que el BCE le deje todo el dinero posible para funcionar, algo así como que imprima el dinero necesario para que todo siga funcionando. El problema es que eso no es posible por muchas razones, pero fundamentalmente porque los colaterales que estaba aportando la banca griega, es decir, las garantías de pago, era deuda del estado griego que, al no pagar al FMI, no puede ser admitida por parte del BCE. Un pequeño inconveniente que se agrava si metemos el factor tiempo: el día 20 de julio el estado griego debe pagar 3.500 millones al BCE. En fin, que el tiempo es un mal aliado del gobierno griego. En vez de haber estado ampliando plazos desde el mes de febrero debería haber pensado en los plazos para evitarse este problema adicional.

Y a todo esto, el gobierno griego ya se plantea satisfacer los salarios y la pensiones con un pagaré por, al menos, el 70% de su cuantía. Es decir, piensa en montar una moneda paralela. Lo que significa, automáticamente, una salida del euro de facto, aunque lo nieguen. Y, siguiendo el caso argentino, con idénticas proporciones, el PIB griego caería hasta un importe de 82.000 millones de euros, desde los más de 200.000 actuales.

Y las empresas griegas que no son turísticas están en pleno proceso de cierre porque desde hace una semana no pueden vender sus productos. Bancos quebrados, corralito, gobierno con necesidades urgentes de financiación, una población empobrecida al máximo y las empresas cerrando. Y se dan de plazo hasta el domingo para llegar a una solución. ¿Pero es que nadie piensa en la población griega?. Si estuviese en manos de este economista perplejo, les tenía negociando de forma ininterrumpida hasta que alcanzasen un acuerdo. Vayamos encargando el café.



@juanignaciodeju


jueves, 25 de junio de 2015

YO ESTOY DE ACUERDO CON USTED, SR. LINDE

Estimado Sr. Linde,

Por una vez en la vida estoy plenamente de acuerdo con usted. Si las cosas siguen así, las pensiones a medio y largo plazo serán más bajas. Incluso, me atrevo a aventurar, estarán limitadas. Tiene usted razón, por lo tanto, en reclamar un plan de pensiones privado. Efectivamente, será necesario que ahorremos para tener garantizada una pensión digna en el futuro. 

Pero se olvida usted de algunos pequeños detalles. Paso a enumerarle los que, desde mi humilde posición de profesor de economía y siendo consciente de mis limitaciones, observo a mi alrededor.

En primer lugar, el obvio. Hay cinco millones de personas que no pueden ni plantearse hacer un plan de pensiones. Están desempleados, con problemas para vislumbrar el presente como para pensar en el futuro a medio y largo plazo. Se han vuelto plenamente keynesianos y van diciendo aquello de 'A largo plazo todos calvos'. Por lo tanto, para esa porción de la población será necesario hacer algo para recuperarlos en el futuro. Ahí debería entrar la solidaridad de todos. Eso del sistema de reparto que ustedes los liberales tanto aborrecen.

Pero pienso también en los jóvenes. Un 52% de ellos están sin trabajo. Y los que lo tienen ganan sueldos míseros en contratos con una precariedad absoluta. Como en el futuro más cercano que tardío nos van a incluir toda la vida laboral en el cálculo de la pensión, es evidente que ellos tendrán un futuro muy incierto. Y más si no encuentran trabajo dentro de poco. Porque se necesitan 37 años para cobrar el 100% de la pensión y nos jubilamos con 67. Es decir, o estás cotizando convenientemente a los 30 o estarás seriamente preocupado en el futuro.

También pienso en aquellos que han dejado el paro y que todavía están respirando aliviados. Si, tienen trabajo, pero con salarios un 40% más bajos, condiciones laborales poco razonables, escasa estabilidad laboral, etc. Obviamente, tampoco van a pensar en ahorrar para mantener una pensión. Bastante tienen con pensar en la comida.

Estamos también los empleados públicos. Con una pérdida de poder adquisitivo de más de un 20% durante la crisis (desde el 2010 a 2015) algunos no pueden plantearse un plan de pensiones, están con el agua al cuello. Esos también deberían preocuparse por su pensión en el futuro.

Y, finalmente, aquellos que tienen trabajo en la empresa privada, que con la enorme subida del 1% que les van a hacer están dispuestos a hacer el ahorro por todos los demás.

Obviamente de todo este análisis le quito a usted, empleado público, que ha tenido subidas salariales desde que llegó al cargo, en el año 2012. A usted eso de las estrecheces no le afectan. Y puede hacer, obviamente, aportaciones extraordinarias a los planes de pensiones que considere conveniente. Usted si que puede.

Creo que seguiré en estado de perplejidad absoluta. ¿Pero en qué piensan los inútiles de nuestra clase dirigente?



@juanignaciodeju


viernes, 22 de mayo de 2015

Y CON ESTO VAMOS A GOBERNAR


Ya tenemos aquí las segundas elecciones de las programadas para este año. Y, como siempre, con algunas cosas divertidas. Vamos a comentar alguna de ellas, aunque más bien es descorazonador ver el nivel de nuestros futuros gobernantes y el de sus propuestas. Creo que lo mejor es pasar página y pensar en otra cosa. Ahí van algunas de las que me parecen más curiosas.

1,. CREAR UNA MONEDA PARA EL ÁREA METROPOLITANA DE BARCELONA (Barcelona en Comú)

Yo me considero un tipo dialogante y con voluntad de comprender; con mente abierta y ganas de aprender constantemente. Pero hay cosas que me sobrepasan. No sólo eso, es que creo que no se han estudiado ni lo mas mínimo.¿Alguien ha analizado las consecuencias de crear una moneda interna en Barcelona?.
Imaginemos que se pone en circulación. Una moneda virtual porque no tienen capacidad legal de emisión de moneda, en consecuencia, deberá ser de uso y circulación restringida. Inicialmente, y siendo realistas, la pondrán en circulación las autoridades locales. que serán las que tendrían la capacidad para ello. Y, supongo, para satisfacer los pagos que dependan del ayuntamiento, es decir, funcionarios y proveedores. 
El pretendido objetivo de la medida es el de favorecer el comercio local, lo que no debe impedir comprar bienes no producidos en el área local. Pero esa moneda no tiene capacidad legal de funcionar, es decir, no será intercambiable legalmente por otras, por lo que sólo puede existir en un mercado negro donde, evidentemente, sufrirá una fuerte depreciación. Por lo tanto, los ciudadanos de Barcelona, que antes tenían un salario por encima de la media del resto de los españoles, pasaría a tener un salario menor, una disminución de su riqueza, los precios en Barcelona se dispararían y, finalmente, llegaría el descontento social, y la pobreza extrema. 

2.- DAR UN DNI 'ALEGAL' A TODOS LOS INMIGRANTES (PSOE de Madrid)

Estoy plenamente de acuerdo con la sanidad universal y gratuita de todos los ciudadanos que habitan en España. Pero no estoy por fórmulas extrañas de cumplir con ese precepto. Entre otras muchas razones porque generaríamos una especie de doble condición de ciudadano.
Porque creo firmemente que la sanidad debe ser recentralizada para garantizar la igualdad de acceso al sistema de todos aquellos ciudadanos que habitan España. Y el sistema actual, con la gestión de la Sanidad por parte de la CC.AA. ha generado ya que determinados servicios que se prestan en unas comunidades no lo hagan en otras. Eso genera ya una situación de desigualdad evidente.
Si a eso le añadimos la tarjeta que conceda ese derecho a determinados ciudadanos en un sitio si y en otro no, podemos tener un concepto de sanidad universal muy alejado de lo que se entiende por universal. Ademas, esa propuesta realizada por un candidato a una alcaldía, que no tiene ninguna competencia en la gestión sanitaria, parece más un brindis al sol que una propuesta coherente con el sistema.

3.- EVITAR MÁS DE DOS HABITANTES POR HABITACIÓN (Ciudadanos)

Esta propuesta es verdaderamente extraña. Supongamos que hay una familia numerosa de las antiguas, de las de trece hermanos. Según esto, esa familia debería vivir en una casa con ocho habitaciones. Si además por razones humanitarias o de conveniencia, conviven con ellos una abuela y una persona que se ocupe de la casa, deberían tener nueve habitaciones como mínimo para poder vivir. Y si no pueden pagar una casa tan grande, ¿deberán emancipar anticipadamente a unos cuantos hijos?, ¿se encargarán las instituciones de proporcionarles todas las 'habitaciones' mediante la entrega gratuita de una casa?, ¿mandaremos detener a las personas que no cumplan con esta exigencia?, ¿o expatriaremos a los sobrantes?.
La intención declarada era la de evitar los conocidos como 'pisos patera'. Pero creo que a los asesores o ideólogos de dicha medida deberían darles una nueva oportunidad para la redacción del programa.

4.- QUITAR TODOS LOS IMPUESTOS (¿MANTENIENDO LOS SERVICIOS?) (Vox)

Es una propuesta sorprendente. Quitamos todos los impuestos que se cobran con lo que, en paralelo, debemos quitar todos los servicios que se prestan. Es evidente.
Creo que los lafferianos están llegando demasiado lejos.
No creo que merezca la pena ni analizarla. Mucho menos discutirla.

5.- PRESENTARSE A UNA ELECCIONES SIN PROGRAMA (PP de Madrid)

Esto ya es el colmo de los desaguisados. Me presento a unas elecciones sin decir lo que voy a hacer. Bueno, para se más exactos, con un programa que cabe en un folio. Eso implica dos cosas:
a.- O haré lo que me dé la gana en la gestión de los servicios que dependen de mi, sin tener ideas previas y, por supuesto, pensando únicamente en los intereses particulares (los míos, se entiende).
b.- Total, en seis meses estoy dirigiendo el partido a nivel nacional como para pensar en hacer un programa electoral que me ate las manos. Si al final vamos a hacer lo que nos dé la gana.
En cualquiera de las dos alternativas, no merece más comentario.

6.- USAR LOS MEDIOS PÚBLICOS PARA EVITAR LOS DESAHUCIOS DE PRIMERAS VIVIENDAS (Podemos Madrid)

Entiendo la preocupación con el tema de los desahucios, con las situaciones injustas que se presentan en la mayoría de los casos. Pero hay que pensar un poco más las cosas sobre todo cuando uno las pone en un papel y las presenta como medidas a adoptar.
Porque ¿a quién amparamos? ¿a todos los que sufran un desahucio de su vivienda habitual? Pues entonces, dejaré de pagar mi casa.
¿A aquellos que no lleguen a fin de mes? Pues igual
¿A las familias con menores a su cargo? Lo mismo
¿Qué es eso de usar los medios públicos? ¿Que mandarán a la policía a evitar el desahucio? ¿O que pagarán la hipoteca desde la consejería de hacienda? Porque la propuesta es para el gobierno de la Comunidad Autónoma.
Sólo podemos pedir un poco de seriedad en las cosas.

En fin, que podríamos estar así hasta el día de las siguientes elecciones municipales y autonómicas, es decir, cuatro años. Y, como siempre digo, es terriblemente injusto analizar las cosas que se proponen en barbecho. Simplemente es un juego. Perdón a los ofendidos.Tened en cuenta que esto está escrito por un economista perplejo. Nada más.

@juaniganciodeju

jueves, 14 de mayo de 2015

¿OTRA REFORMA LABORAL?

Ahora nos encontramos con que, según la Comisión Europea, hace falta otra reforma laboral que perpetúe y profundice la bajada de salarios como método para estimular la competencia; que posibilite los despidos (aún más) y que facilite la incorporación de los jóvenes al mercado de trabajo, obviamente precarizando sus condiciones. Y todo eso con un ‘vigoroso’ crecimiento del PIB del 2,9%. ¡Anda que si no llega a crecer nos propondrían la eliminación selectiva de los trabajadores tipo los diezmas de los romanos (si, eso de eliminar a uno de cada diez cuando se imponían castigos colectivos)!.
¿Realmente necesitamos profundizar en ese camino? Creo que no. Que hay que profundizar en la reforma de la productividad, si, pero de la real, no de la aparente. Que tenemos que competir en I+D+i (de lo que no dice nada la Comisión), en formación de los trabajadores, en conocimientos de las empresas, etc, Leí ayer que el accidente del A400M de Sevilla se produjo como consecuencia de la precarización de los puestos de trabajo y la falta de ingenieros cualificados. No es de extrañar. ¿Y eso es lo que nos quieren imponer otra vez?
Hace falta otra reforma laboral, estoy plenamente de acuerdo. Pero una reforma que acierte con el modelo definitivo de relaciones laborales que queremos. Definitivo quizá sea excesivo, pero sí de largo plazo. Voy a proporcionar algunas ideas que, a lo mejor, pueden ser de utilidad. O no.

TIPO DE CONTRATO

Es evidente que hay que simplificar las relaciones laborales entre las empresas y los trabajadores. No es posible tener un tipo de contrato para cada situación que nos imaginemos. Además, es evidentemente injusto. El problema es que ahora mismo existen esos contratos y las empresas están acostumbradas a usarlos de forma indiscriminada. Por lo tanto, hay que hacer una transformación de forma que sea de aplicación lo más rápidamente posible.
¿Cuántos tipos de contratos deben existir? No me atrevo a dar una cifra, eso es cosa de técnicos en derecho laboral, pero, desde un punto de vista operativo, al menos los siguientes: uno indefinido, uno fijo discontinuo y uno formativo.
El contrato formativo es imprescindible para la incorporación de los jóvenes al sistema productivo. Entiendo que hay que poner limitaciones en la edad (no podemos estar toda la vida en precario), la cuantía salarial (que no podrá ser inferior a ciertos parámetros) y en la duración (que tendrá que ser limitada en el tiempo). Igualmente, habrá que considerar la capacidad económica de los trabajadores en el futuro y las necesidades de formación de la empresa. Por ello, este contrato estaría exento del pago de cotizaciones sociales, de las que hablaré en un apartado específico, salvo las relativas a formación, que serán un 50% mayores que el resto. Es obvio que lo que se busca es formar a los trabajadores, por lo que el gasto de la empresa debe ir en ese camino.
El contrato fijo discontinuo es imprescindible en una economía tan volcada al turismo como la española. Lo único es que habría que establecer las condiciones de acceso a las prestaciones sociales de los trabajadores.
Finalmente el contrato indefinido. Podemos asumir el concepto de contrato único como solución a nuestros problemas, con indemnización creciente o constante, eso es lo de menos. Lo que hay que hacer es definir muy bien los límites, las situaciones, los importes, los plazos y demás.

COTIZACIONES SOCIALES
Hay que tener en cuenta que los pagos a la seguridad social son la base de las pensiones y que el sistema se mantiene en un precario equilibrio a medio plazo que es un descomunal desequilibrio a largo plazo. Con lo cual, modificar cualquier apartado de este epígrafe es problemático. Aunque si se pueden aportar nuevas ideas que ayuden a su sostenibilidad,
En primer lugar, en algún momento habrá que decidir que hay que incrementar la financiación del sistema, y ese incremento sólo podrá producirse vía impuestos. Es decir, habrá que determinar qué hacemos con los compromisos adquiridos y cómo los satisfacemos. Y, por lo tanto, habrá que determinar cuáles son las fuentes de financiación de la Seguridad Social, los porcentajes y los compromisos.
Por lo tanto, la propuesta que deberemos discutir en el futuro es qué cantidad de las pensiones, los cursos de formación y el desempleo se satisfacen con cotizaciones sociales y cuáles con los impuestos que pagamos entre todos.
Porque el sistema actual no puede mantenerse sin modificaciones de calado. Por un lado, con un ratio de 2 a 1 (dos cotizantes por pensionista), de cara al futuro más o menos cercano, necesitaremos unos 24 millones de cotizantes, que junto con los 12 millones de pensionistas implicarán una población total cercana a los 50 millones de personas. Parece que con nacionales sólo no va a ser posible. Luego habrá que atraer inmigración.
Por otro lado, los salarios deberían ser más elevados, dado que la mayoría de nuevos pensionistas accederán a pensiones más elevadas y, consecuentemente, el gasto en pensiones subirá. Luego parece que profundizar en la competencia vía salarios no es una de las mejores armas de cara a un futuro más o menos cercano. O eso, o condenamos a los jubilados a vivir en la indigencia subvencionada el resto de su vida.
Y, finalmente, la formación, clave en el futuro del país. Entiendo que la formación va a redundar en mejores capacidades de los trabajadores y mejoras en la productividad. Por lo que habría que diseñar un sistema que facilitase la formación de las futuras generaciones en base a las cotizaciones sociales. Es decir, habría que modificar la asignación de los importes de forma que una parte de las cotizaciones a la seguridad social  se dedicara a la financiación de la educación, haciendo de ésta el verdadero motor de la economía en el futuro.
Y dentro de la formación, habrá que establecer un buen sistema de formación continuada, con la difícil misión de cuadrar las necesidades de las empresas, los deseos de los trabajadores y las capacidades de los formadores.

MODELO DE DESARROLLO LABORAL

Hace unos años se puso de moda un concepto que hay que desarrollar con perspectiva local para cada país, pero que resulta cuanto menos atractivo. No sé si será por el nombre o qué, pero todo el mundo se fijó en él como solución a todos nuestros problemas. Me estoy refiriendo a la ‘flexiseguridad’ en el trabajo, es decir, en la relación entre la flexibilidad necesaria para el empresario y la seguridad imprescindible para el desarrollo personal de los trabajadores. Y ahí nos quedamos. Nada nuevo.
Lo difícil es concretar ese concepto. De todos los desarrollos, el más acertado, desde mi humilde punto de vista, es el modelo austriaco. Consiste en que, con el dinero de una futura indemnización, se va generando una bolsa que el trabajador puede utilizar a su conveniencia. Si es despedido, como indemnización y seguro de desempleo; si no le despiden, como plan de pensiones; y como es particular suya, le sigue a cualquier empresa que vaya.
Lo primero es decir que es un poco excesiva desde mi punto de vista esa regulación, ya que determina que al final un concepto sirve para todo en la vida. Creo que debería estar más limitado el uso que se pueda dar a ese importe.
En segundo lugar, queda el cómo lo implantamos. Las empresas no piensan en despedir a sus trabajadores, al menos contablemente hablando, por lo que las indemnizaciones se cargan a gastos cuando se producen. Algún auditor pensará que esto es una aberración, y no le faltará razón, pero es así como se actúa. Por lo tanto, no parece muy razonable andar incluyendo ese coste en este momento.
Definiendo qué se incluye en ese concepto podríamos establecer un buen sistema de protección del desempleo, de indemnización por despido y, fundamental, de formación de los trabajadores. Obviamente ese fondo debería tener un incremento debido a la solidaridad que nos debemos todos, con lo que el fondo en cuestión tendría una parte individual y una colectiva.
Definir porcentajes, posibilidades, etc corresponde a nuestros políticos y respresentantes sindicales y empresariales. Y todo dentro de un concepto global que implica una reforma en profundidad de las relaciones laborales.

En fin, que esta es una pequeña aproximación a un problema que debemos abordar cuanto antes y que no puede mirarse sólo como un parche, sino como una reforma en profundidad de nuestro sistema económico futuro, incluyendo la I+D+i, el sistema de pensiones, la industria, los servicios,… Lo normal es que no se haga nada, dado que los resultados de todo esto se verán a muy largo plazo. Y eso me mantiene en la perplejidad más absoluta.


@juanignaciodeju



martes, 21 de abril de 2015

GREXIT

Cuando Argetina se dio cuenta que debía una cantidad de dinero inasumible y no podía pagar, decretó la inmovilización de las cuentas corrientes, la imposibilidad de sacar una cantidad de dinero de los bancos y la obligatoriedad de realizar todos los movimientos económicos por banco. Amén de la ilegalidad de sacar dinero del país por cualquier medio. A eso es a lo que le hemos llamado toda la vida ‘corralito financiero’.
El resultado ya lo conocemos todos y ha sido ampliamente estudiado por los economistas. Para la población fue un grave perjuicio del que tardaron en recuperarse varios años.
Ahora va Grecia y ha hecho lo mismo, más o menos. El Gobierno central ha decretado que todos los fondos de los entes públicos municipales sean transferidos al estado para afrontar los pagos que tiene pendientes y que ascienden a 3.100 millones de euros en un mes.
En el caso argentino, la propia población asumió su condición de ciudadanía madura y económicamente responsable y sustituyó el peso por los pagarés de las provincias como moneda en circulación, de forma que el sistema económico continuó funcionando, más o menos, y el país terminó por recuperarse, aunque tardó varios años. Eso sí, mediante una devaluación del Peso que tenía una artificial paridad con el dólar, fruto de la política antiinflacionista que se había desarrollado. Y, como uno cada vez va teniendo más años, recuerdo como los ministros de economía argentinos nos daban lecciones a los españoles cuando más dura estaba siendo para nosotros la crisis de los años 80.Luego ya no dijeron nada más.
En Grecia es el propio BCE el que se plantea que el gobierno utilice una especie de pagaré para satisfacer los salarios y las pensiones, de forma que se evite el default clásico por impago al exterior. Pero eso no es más que generar una moneda nueva que fluctuará como otra cualquiera y tendrá su paridad con el euro. Parece que se producirá una fuerte depreciación de ese pagaré. Y entonces estaríamos ante un claro corralito y, en consecuencia, en una situación similar a la Argentina del año 2001.
Pero las consecuencias adicionales serían que ese pagaré generaría una fuerte inflación, dado que estaría fuertemente depreciado con respecto al euro, y los precios se dispararían. Esa fuerte inflación llevaría aparejada el hundimiento de una de sus principales industrias, el turismo, que huiría de Grecia hasta que la situación se estabilizase; un empobrecimiento rápido de la población y un incremento sustancial (aun más si cabe) del desempleo.  Baste decir que en Argentina, con el corralito, la convertibilidad fijada por el gobierno del tipo de cambio del peso al dólar fue, en el año 2002, de 1,4, es decir, que la moneda se depreció en un solo año un 40%.
Supongamos que todo esto sucede: que se crea una nueva ‘moneda’ que ésta se deprecia un 40% en un año, que hay inflación alta (baste decir que las sentencias judiciales en Argentina avalaron las medidas adoptadas por el gobierno pero establecieron, en el año 2006, la revalorización por depreciación, inflación más intereses de los ahorros todavía inmovilizados debía ser de 3.08 dólares por peso, es decir, de un 208%) y todas esas calamidades que los economistas decimos. Entonces, o se produce una ruptura del euro, con la salida de Grecia de forma inmediata, o se produce una descomposición de la moneda, dado que la nueva moneda griega debería ser incluida en la valoración del euro. Como Alemania no estará muy dispuesta a modificar su estatus, la solución única es la salida de Grecia del euro. Y entonces, adiós al proyecto global, todas los demás países buscarán su salida o recolocación y el euro se habrá acabado.
Vayamos preparando un escenario catastrófico con respecto a Grecia en nuestros pensamientos y posicionando nuestras economías para el desenlace de este culebrón que se avecina, aunque espero profundamente confundirme en mis previsiones y que no ocurra nada de lo que acabo de escribir. Sólo son las elucubraciones del un economista perplejo. Espero.



@juanignaciodeju

miércoles, 8 de abril de 2015

LAS PROPUESTAS ECONOMICAS DE CIUDADANOS: VIVIR EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS

Ya tenemos aquí las propuestas económicas de Ciudadanos elaboradas por Luis Garicano, Catedrático de la London School of Economics. Y, fiel al compromiso que me marqué, las voy a pasar a analizar tal y como hice con las de Podemos. En este caso, no hay carta a los Reyes Magos, aunque podría. Pero es que estamos en el mes de Abril y para cuando sea 6 de enero ya no lo van a tener en cuenta.
Vuelvo a decir lo mismo que el post de Podemos: someter todo programa electoral a un escrutinio tiene el inconveniente de que es siempre parcial y sesgado. Pero bueno.
Podemos resumir las propuestas, al menos la publicadas por distintos medios de comunicación, en dos grandes bloques que he llamado Mercado Laboral y Estructura. Las propuestas presentadas ayer se centran casi exclusivamente en las empresas, por lo que o faltan todo lo relativo a la demanda, o los periódicos que he leído no entran en ello. Reconozco que debería acudir directamente a las fuentes y que ellos me dieran los documentos concretos. Pero no me veo en ello.
Antes de entrar en detalle, como economista que soy, empiezo a estar preocupado por la aparición de tanto colega en la elaboración de programas electorales y atrayendo votos. A partir de ahora para ganar las elecciones todos los partidos deberán poner un economista independiente en sus filas. Garicano, Navarro, Lacalle, Díaz, … Creo que la economía es muy importante en nuestras vidas, creo que esta crisis nos ha hecho verlo claramente, pero también pienso que hay que hablar de otras muchas cosas que no son economía y que, por lo tanto, no sólo hay que contactar con economistas. Además, los economistas somos gente rara que normalmente no nos pondremos de acuerdo en las propuestas. Ya sabéis, ante un problema, dos economistas tendrán visiones diferentes y darán al menos tres propuestas de solución.
Venga, vayamos al país de las maravillas que nos planeta Ciudadanos:

1.- Mercado Laboral

Lo primero que llama la atención es que se apuesta por el contrato único. Es una vieja aspiración que se ha mantenido desde que se empezó a hablar de las posibles reformas del mercado de trabajo.
El contrato único presenta múltiples ventajas, como que simplifica la maraña de contratos que tenemos y se presenta como garante de que todos nos enfrentaremos a las mismas condiciones independientemente de nuestra capacidad de negociación. Pero presenta también muchas ineficiencias que habría que solucionar. Por ejemplo, la existencia de los trabajadores fijos discontinuos, es decir, trabajos que se producen con estabilidad pero con discontinuidad en el tiempo, de forma que se trabaja nueve meses y se descansa tres, por mor del carácter cíclico de la actividad. No le veo encaje en el contrato único, al menos con unos costes razonables.
Además, el contrato único tal y como se plantea no elimina el riesgo de los contratos indefinidos sin tiempo de realización que se están firmando en otros países: un contrato indefinido pero donde el horario es tan flexible que no se concreta de tal modo que hoy puedo trabajar de seis a siete de la mañana; al día siguiente, de ocho a doce de la noche y al tercer día no trabajar ni una hora. Con una normativa laboral más rígida como la española, ese tipo de contratos no está contemplado o tiene que hacerse fraude de ley para incluirlos.
Pero básicamente se centra en la formación como eje de todo lo relacionado con el mercado laboral. Y maneja dos propuestas básicas en este tema, supongo que al hilo de los problemas de los cursos de formación que han aparecido en los últimos tiempos.
La primera es considerar que los fondos de formación de los trabajadores les pertenecen a ellos. Siempre lo he defendido. Otra cosa es cómo lo implementamos. La propuesta que se intuye es la vieja idea de los cheques de formación. Es decir, que a los trabajadores se nos asigne el importe en un talón que nosotros gastemos en lo que nos parezca oportuno, siempre desde el punto de vista de la formación. Y aquí podemos estar en desacuerdo.
Lo primero es que con las cantidades que se aportan para formación por cada trabajador es poco en su salario, con lo que ese importe sería insuficiente como para acceder a un determinado curso. En segundo lugar, para cuando tuviésemos una cantidad suficiente estaríamos ya formados en lo que sería razonable en nuestro puesto de trabajo, por lo que sería de todo punto ineficaz. Y en tercer lugar, porque las necesidades de formación pueden ser muy diferentes entre sectores, categorías y empresas. Por lo tanto, no es tan lineal plantear eso como una posible solución a nuestros problemas de formación.
Para poner un poco de luz a todo esto, si consideramos una aportación del estado a la formación de 3.000 millones de euros considerando una población activa de 20 millones de trabajadores apenas tocaríamos a un cheque individual de 150 euros por trabajador. Y con ese dinero, la capacidad de formación queda muy limitada.
Además, si eso se implantara, deberíamos regular muy bien qué se puede hacer y quién lo puede hacer. Es decir, hasta qué punto se dispone libremente de ese dinero y hasta qué punto se debe condicionar a los deseos de los empresarios. Reconozcamos que el sistema actual de los cursos de formación es erróneo pero hay que pensar más en cómo reformarlo de forma adecuada.
La segunda propuesta tiene que ver con los parados, de forma que le posibilita un sistema parecido con la formación y la prestación por desempleo, que convierte en decreciente.
Aquí aparece un poco la figura de lo que en su momento se llamaron los ‘reaganomics’, las propuestas económicas de Ronald Reagan en EE.UU. a principios de los años 80 del siglo pasado. Porque hay que ser claros: el 99% de los parados que están cobrando el subsidio no lo hacen voluntariamente, por lo que establecer mecanismos desincentivadores del cobro del subsidio, por mucho que quede muy bien, parece del todo ineficaz para gestionar la búsqueda de empleo.

2.- Estructura

Con respecto a este segundo nivel, el programa es mucho más extenso, por lo menos en lo que yo he clasificado las propuestas.
Se intenta que se creen empresas. Da igual el motivo o la realidad: hay que crear empresas a cualquier precio. Para ello, se establecen dos medidas que en algún medio de comunicación aparecían con grandes titulares: los visados express para atraer el talento extranjero y la nueva regulación de los autónomos. Con respecto al primero, habrá que hacerle ver al señor Garicano que necesitamos que vuelvan los nacionales que se han ido al extranjero, que bastante talento hemos perdido por ahí (vía la ‘movilidad exterior’ de nuestra entrañable ¿ministra? Báñez). Recuperando ese talento, ya estaríamos mucho mejor.
Con respecto a la nueva regulación de los autónomos, simplemente me parece un canto al sol. Porque establecer como límite para realizar cotizaciones a la Seguridad Social de los autónomos el SMI implicaría que casi ningún autónomo pagaría por ello. Pero es que, establecer lo mismo en las empresas implicaría un descenso en picado de los salarios de los trabajadores y, consecuentemente, un incremento de la economía sumergida, que no afloraría con la otra medida estrella de este apartado, la desgravación de hasta 300 euros de servicios que un particular podría hacer en el IRPF. O ¿es que el señor Garitano se ha olvidado del país donde está haciendo las propuestas? La cultura europea y la española en este sentido es muy diferente: a los protestantes les resulta inaudito que exista el fraude fiscal, pero a los mediterráneos no.
Lo que si me parece muy acertado es su apuesta por el I+D+i, aunque discrepo en el camino. No se puede criminalizar al AVE de todos nuestros problemas. La vertebración de un país se realiza por sus infraestructuras de transporte que hacen impensable la segregación porque juntan y unen las diferentes culturas. Es verdad que el AVE está resultado  ruinoso en la explotación, pero también es verdad que eso puede adolecer de otros defectos diferentes. ¿Alguien ha planteado que el problema está en el coste de operación y, en consecuencia, del coste unitario del billete? Creo que un país como España necesita estar conectado por tren a un tiempo mínimo,  y menos conectado por avión en distancias poco rentables.
Criminalizando el AVE al final propone incrementar los fondos de investigación con varias medidas, tales como la creación de fondos con la participación (minoritaria) del estado en la financiación de empresas, la creación de una red de institutos de investigación pegada a las empresas y la financiación de esa red en función de parámetros poco realistas. Porque, ¿cómo se llega a tener acuerdos con las empresas para la explotación de los resultados de la investigación? Simplemente porque alguien hizo un estudio diferente en su momento y obtuvo resultados en la escala básica. Por lo tanto, condicionar la financiación de la investigación a los acuerdos con las empresas es condenar a la investigación básica al ostracismo. Y necesitamos esa investigación básica.
El problema de la I+D+i española es que no se ha fomentada la ‘D’ ni la ‘i’. Pero eso no puede hacerse desatendiendo la ‘I’.
En definitiva, un programa económico muy voluntarista que parece que va a provocar que las empresas de este país inviertan en I+D+i, que el estado se ahorre miles de millones al año en la gestión del AVE, que los parados se van a formar para encontrar un empleo con 150 euros y que los trabajadores van a ser más productivos por el mero hecho de tener un cheque de formación. Vamos, que es mejor celebrar todos los días el día de no cumpleaños. Al menos para este humilde economista perplejo.


@juaniganciodeju


PD: ¿Pero es que nadie va a ser capaz de sacarme de mi estado?

jueves, 1 de enero de 2015

GRECIA - LA TROIKA ¿1-0?


Ya estamos en el año 2015. Según el gobierno, año de crecimiento muy vigoroso y fuerza inusitada. Y probablemente será verdad, aunque los ciudadanos sigamos sin enterarnos. Tendremos que ponernos a estudiar esto de la desigualdad que hace que los ciudadanos de un país no nos enteremos de la subida de la renta de una economía.
Sin embargo en los últimos meses ha aparecido una nube negra importante: Grecia. El fracaso en la elección del presidente de la república ha obligado al adelanto electoral para el día 25 y se abren opciones complicadas de cara al futuro. Las encuestas dicen que Siryza va a ganar. Es decir, los griegos van a poder elegir a un partido político que se declara abiertamente contrario a la política de austeridad y que aboga por una política claramente socialdemócrata.
Lo primero que hay que decir es una obviedad: los griegos tienen todo el derecho del mundo a elegir el partido político que les gobierne con total independencia. Y seguro que lo intentarán. Pero eso sería romper con el mantra de la austeridad impuesta por Alemania, más exactamente por los conservadores protestantes alemanes. Y no creo que se dejen ganar el terreno. Sobre todo porque Grecia es un país relativamente pequeño dentro de la economía europea, pero si hay otros que importan más, como es el caso de España.
Imaginemos que Siryza gana las elecciones el día 25 de enero y pone en entredicho toda la política de austeridad. Se va a encontrar con un grave problema: tiene que hacer frente a una inmensa deuda pública que le condiciona su actuación. De ahí que cualquiera que quiera hacer políticas socialdemócratas en la actual situación de deuda en los países del sur de Europa parta de la hipótesis de reestructuración de la deuda. Pero Grecia ya ha reestructurado la suya sin que haya pasado nada. Es decir, es posible que un país relativamente pequeño deje de pagar una parte de la deuda sin que eso signifique un problema grave para el resto.
En consecuencia, lo primero que debería hacer Siryza para poder aplicar su programa de estímulos fiscales es declarar que no va a pagar parte de la deuda. Normalmente lo harán declarando que aquella que se ha utilizado para sanear los bancos es socialmente reprobable y decidan no pagarla. Conceptualmente es intachable: los ciudadanos no debemos pagar los desmanes de los bancos realizados por gestores poco formados y muy ambiciosos. Pero hay una cosa evidente: no podemos dejar que desaparezcan bancos, ya que éstos crean dinero y si cae un banco desaparece dinero del sistema. Y eso es mucho peor. Lo que si podemos hacer es intervenirlos, nacionalizarlos, meter en la cárcel a sus gestores si han cometido algún delito, obligarles a devolver las retribuciones excesivas cobradas,… Pero dejar caer a los bancos así, sin más, no parece la mejor solución.
Por lo tanto, la deuda pública gastada en la intervención de los bancos es necesaria. Y socialmente no repudiable. Otra cosa es que se ha dedicado dinero a rescatar banca y no a personas. Y ese sí que es un punto importante que deberíamos poner en marcha de forma inmediata. Porque sigo pensando que el problema que tenemos las economías del sur de Europa es la deuda privada, que los ciudadanos nos hemos dedicado al crecimiento personal vía deuda y eso nos está lastrando en la actualidad.
Pero para poner en marcha la política socialdemócrata deben dejar de pagar una parte. Porque no hay muchos más impuestos que subir para obtener recaudación y quieren gastar mucho dinero en políticas sociales y, obviamente, eso sólo pueden hacerlo con deuda. Pero como ya es muy alta, hay que reducirla para poder pedir más. Y eso es una contradicción en sí misma. No pago deuda, pero pido dinero para seguir gastando. Desde luego si yo no pago la deuda que tengo en un banco, porque la declaro socialmente reprobable, cuando necesite dinero entiendo que el banco no me lo va a dejar. Luego tendré que buscar otras soluciones.
La primera y más rápida es la emisión de dinero fresco por parte del BCE. Eso está garantizado, pero a Grecia le corresponderá muy poco. Algo así como un 2%, que es su peso en la economía europea. Y con eso no les llegará. Porque los programas socialdemócratas que plantean son más caros. En consecuencia, deberán hacer algo distinto. Y es ahí donde aparece la gran decisión que tiene que adoptar Alexis Tsipras: o mantener el status quo actual, es decir, someterse al dictamen de los mercados y, en consecuencia, no reestructurar su deuda, o dejar de pagar parte de la deuda y salir del euro, con las consecuencias nefastas que eso provocará en la economía griega. Es una decisión difícil: o el largo plazo, manteniéndose en el euro, o el corto plazo con la salida del euro.
Ya he manifestado muchas veces que no es conveniente salir del euro, que las consecuencias serían mucho peores a medio plazo. Pero en la actual situación de deuda es imposible hacer otra política.
Si salen del euro, a la moneda como tal no le pasará mucho: son apenas 200.000 millones de euros sobre un total de 10 billones. Habrá una depreciación más o menos intensa, pero lo podemos asumir. Ningún economista no griego pondrá objeciones a ello. E incluso puede que hasta nos venga bien.
El problema es de los griegos. La nueva situación obligará a hacer cosas nuevas. Una puede ser que la moneda nazca con un patrón: es decir, que la moneda no sea fiduciaria. Y eso es un corsé muy fuerte para las economías que impediría el incremento del gasto público planeado, luego no parece razonable.
La otra sería hacer nacer una moneda, pero establecer un sistema de tipos de cambio fijos. Con grandes ventajas para establecer la política de exportaciones, tendrían un serio problema a la hora de satisfacer sus deudas. Porque la paridad establecida es un baremo que se tiene que mantener a toda costa y para ello se necesitan reservas. No tendría sentido que se establezca un tipo de cambio y no se sea capaz de mantenerlo. Y eso afectaría a la capacidad de pago de la deuda.
La última, sería establecer una moneda con tipos de cambio flexibles. Es decir, estar en la misma situación que ahora. Tampoco parece una opción.
Como se decía antes, cuando uno entra en un banco donde tiene mil millones, le pondrán un café. Si debe mil millones, le invitarán a comer. Los griegos deben aprovechar esa ventaja, pero si al banco le dejas de pagar, se te complican mucho las cosas y probablemente te cobren todas las comidas juntas. Aunque seas un economista perplejo como yo.
¡FELIZ AÑO!
@juanignaciodeju