Bueno, ya está aquí la reforma del sector financiero. La estudian hoy y la aprueban mañana. La suspenderemos todos. Nos tendremos que volver a presentar en septiembre de 2015.
Vayamos por partes. Se busca sanear el sector financiero. Bien. Ya era hora. ¿Pero no se había saneado ya?. Si. En concreto, tres veces ya. El gran problema del sector financiero es que nunca nos dirá que está muy mal, que tiene activos que no sirven para nada y que tienen que cambiar. Ya pasó en el 2008, cuando los bancos decían que no tenía productos derivados de las subprime, aunque estaban repletos de ellos. Siempre he pensado que lo mejor que se podía hacer era nacionalizar la banca, analizar al detalle sus balances, sanearlos y volverla a vender. El coste sería grande, pero la solución es más segura.
Ahora se les va a obligar a provisionar todo lo provisionable. ¿Sabeis por qué?. Pues porque no saben lo que hay. Y, en esas circunstancias, provisiona y si tienes algo malo, pues bien y si no, tambien. El gran problema es que iguala a todos en la medicina. Sería algo así como si hay un 30% de españoles con dolor de cabeza, que toda la población tome aspirinas por decreto. Un poco ilógico.
Además se añade que no se dará dinero público. que serán préstamos al 8%. Es decir, son las propias entidades las que tienen que captar los fondos necesarios para cubrir las exigencias. Es decir, incrementarán sus pasivos y no harán nada que pueda perjudicar sus resultados, que de ellos tienen que vivir. De momento, y a modo de previsión, lo primero que ocurrirá es que van a subir las comisiones. Cuando vayas al banco y le digas al cajero o al oficinista Hola, te cobrará un euro por responder. Así son las cosas.
Se nos dirá mañana que se hace para incrementar el crédito, principal problema de la economía española se mire por donde se mire. Pero esta reforma no incrementará el crédito, al menos durante los dos años siguientes. Es más, lo reducirá drásticamente. Hay que tener en cuenta que los bancos tienen que ganar mucho dinero para poder alcanzar las coberturas que les exigen. Y eso, en el contexto actual, significa dos cosas: una, créditos por encima del 8% y, segunda, inversión en cosas líquidas y con alta rentabilidad, por ejemplo, deuda pública. Pero como los gobiernos tienen que reducir su endeudamiento y sus déficits, mala cosa para el ciudadano de a pie, y fundamentalmente para el que está parado. No se reactivará la economía hasta, por lo menos, 2015. El profesor Niño Becerra empieza a tener razón.
Busquemos un lugar donde pasar estos años. Los que puedan. El resto, que busque dónde se da de comer gratis y, si tiene un poco de dinero, que compre un ultracongelador donde acumular todo lo que pueda, que el invierno va a durar por lo menos 2 años más. Y sólo ha comenzado.
@juanignaciodeju
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