martes, 7 de febrero de 2012

REFORMA LABORAL A LA VISTA

Bueno, parece que al final habrá reforma laboral esta semana. O al menos eso quieren. Cuando estaban en la oposición, el PP decía que había que gobernar. Cuando ganaron las elecciones, dijeron que la reforma laboral estaría antes del 6 de enero, o sino la hacían ellos. Bueno, estamos ya en febrero y no sabemos nada. Mal asunto.

¿Qué hay que conseguir con la reforma laboral?. Dos cosas, básicamente. Primera, incrementar la productividad de los trabajadores, que tengamos más capacidad productiva. Para ello, desde mi humilde punto de vista, hace falta que la gente esté motivada en su trabajo y tenga unos conocimientos suficientes en la materia. Con lo primero, independientemente del tipo de contrato que se tenga, hace falta que los trabajadores tengan una perspectiva de futuro en la empresa, es decir, que pueda involucrarse en el proyecto porque considera que tiene un futuro. Es decir, estabilidad. Cuando un trabajador, con unas condiciones de trabajo normales, se encuentra con la posibilidad de planificar su futuro personal gracias al trabajo que tiene, se involucra más en la evolución de la empresa y piensa menos en el yo individual. Y, lógicamente, mejora su productividad. Pero también hace falta que posea los conocimientos oportunos para ejercer su trabajo. Nadie sale de las escuelas, universidades, etc con conocimientos laborales suficientes, por ello existen los periodos de formación en las empresas y las personas que son capaces de transmitir esos conocimientos. Luego es necesario modificar el enfoque que se da a la formación empresarial y orientarla de una vez por todas a los conocimientos necesarios en cada empresa, no en aquello que resulte más rentable a la consultora de formación.

Lo segundo que tenemos que conseguir con la reforma laboral es que el ajuste de la economía se produzca vía precios y no vía excesos de oferta, que es lo que ocurre con el mercado laboral español. Para ello hay que dotar de flexibilidad a las empresas, pero no para despedir de forma indiscriminda, como manetienen algunos, sino para ajustar sus costes salariales y de otras materias a la situación real del mercado. Porque si una empresa ve reducir sus ingresos un 25% parece ilógico que tenga que incrementar, por ley, un 4% los salarios que paga. Lógicamente el paso más obvio es reducir su plantilla para ajustar su situación. Por eso es tan importante el descuelgue de los convenios y la capacidad de cambiarlos en cada empresa en función de su situación.

Pero con estas medidas, seguiremos sin crear empleo a corto plazo. Necesitaremos hacer algo más para que se incremente la demanda y las empresas peudan contratar.

Dicho esto, ¿qué nos deparará el futuro en la reforma laboral que aprobará, se supone, el gobierno el próximo viernes?. No lo sé. A lo mejor es buena. A lo mejor es mala. No tengo elementos de juicio de momento. Esta es sólo mi opinión.

@juanignaciodeju

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